Un estudio europeo revela que un tercio de los varones de 16 a 35 años de edad y una cuarta parte de las mujeres entrevistadas beben alcohol para aumentar sus oportunidades de tener relaciones sexuales. Además, la cocaína, el éxtasis y la marihuana se consumen intencionadamente para aumentar la excitación sexual o prolongar la relación sexual. Estas conclusiones aparecen publicadas hoy en la revista BMC Public Health.
Según la investigación, elaborada por investigadores europeos, los adolescentes y jóvenes de toda Europa beben y consumen drogas como parte de estrategias sexuales deliberadas. Los autores desarrollaron un cuestionario que fue rellenado por más de 1.300 personas entre 16 y 35 años asiduos a los locales nocturnos.
Los resultados indicaron que prácticamente todos los participantes del estudio habían bebido alcohol y que la mayoría de ellos habían tomado su primera copa con 14 ó 15 años de edad. Además, tres cuartas partes de los entrevistados había probado o consumido marihuana, mientras que alrededor del 30% había probado al menos el éxtasis o la cocaína.
En general, los resultados mostraron que el alcohol era utilizado de forma más frecuente por los jóvenes para facilitar un encuentro sexual, mientras que la cocaína y la marihuana se usaban para aumentar las sensaciones y la excitación sexual.
A pesar de estos “beneficios” sexuales percibidos por las personas encuestadas, las borracheras y el uso de drogas aparecían fuertemente asociados a un aumento del riesgo de tomarlo como rutina y de arrepentirse de mantener relaciones sexuales bajo la influencia de alcohol o drogas.
Más probabilidades de tener sexo antes de los 16
El estudio mostró una mayor tendencia de los participantes que habían bebido en las últimas cuatro semanas de haber tenido cinco o más parejas y relaciones sexuales sin condón. Se confirmaba además una mayor tasa de arrepentimiento de haber practicado sexo después de haber ingerido estas sustancias. El consumo de marihuana, cocaína o éxtasis estaba asociado igualmente a consecuencias similares.
“Las tendencias en las últimas décadas han tenido como consecuencia un aumento del uso social de drogas y borracheras, prácticas que se han convertido en habituales en la noche europea”, señala uno de los autores, Mark Bellis, de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido).
“En la actualidad, millones de jóvenes europeos consumen drogas y beben alterando sus decisiones sexuales y aumentando la probabilidad de tener relaciones sexuales no seguras o de arrepentirse de las mismas. Pese a las consecuencias negativas, observamos que muchos consumen deliberadamente estas sustancias para conseguir resultados sexuales bastante específicos”, explica Bellis.
Los jóvenes tenían significativamente más probabilidades de tener relaciones sexuales antes de los 16 años si habían bebido alcohol o consumido marihuana, cocaína o éxtasis. En concreto, las chicas tenían hasta cuatro veces más probabilidades de tener relaciones sexuales antes de esa edad si habían bebido alcohol o si habían consumido marihuana.
“La actividad sexual acompañada por el uso de sustancias no es fortuita, sino que frecuentemente tiene una motivación de tipo sexual”, señala Amador Calafat. “Con frecuencia, las medidas dirigidas a la salud sexual se desarrollan independientemente de las dirigidas al uso de sustancias y viceversa. Sin embargo, los jóvenes consideran el alcohol, las drogas y el sexo como parte de la misma experiencia social y el tratamiento de estos aspectos requiere un enfoque conjunto”.
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Referencia bibliográfica:
Mark A. Bellis, Karen Hughes, Amador Calafat, Montse Juan, Anna Ramon, Jose A Rodriguez, Fernando Mendes, Susanne Schnitzer and Penny Phillips-Howard. “Sexual uses of alcohol and drugs and the associated health risks: a cross sectional study of young people in nine European cities” BMC Public Health MAY 2008.