El estudio ha sido publicado en la revista ‘Global Change Biology’

Los gatos asilvestrados han colocado al borde de la extinción al 14% de los vertebrados insulares

Los gatos asilvestrados suponen una grave amenaza para las especies de vertebrados que habitan en islas y por esto los expertos recomiendan su erradicación. Actualmente estos felinos son responsables del 8% de las extinciones de las especies de aves, mamíferos y reptiles consideradas 'en peligro crítico'.

Los gatos asilvestrados han colocado al borde de la extinción al 14% de los vertebrados insulares
Imagen: Curran Kelleher

Los gatos asilvestrados son “una de las especies invasoras más perniciosas para las comunidades de vertebrados en islas”, asegura el investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del CSIC, Manuel Nogales.

El comportamiento de estos felinos en islas ha provocado, directa o indirectamente, la extinción de 16 especies de vertebrados y supone una amenaza para otras 128 especies incluidas en alguna de las categorías riesgo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Así lo demuestran los datos de un trabajo publicado en revista Global Change Biology, del que Nogales es coautor.

Según los autores del estudio, su erradicación debe considerarse como la de cualquier otra especie invasora

La investigación se basa en una revisión bibliográfica de 229 casos en 120 islas del mundo. A lo largo de la historia, su acción en estos entornos ha contribuido a la extinción de, al menos, el 14% de los vertebrados extintos. Actualmente, su presencia amenaza, además, la supervivencia del 8% de las especies de aves, mamíferos y reptiles catalogados como en peligro crítico por la UICN.

Las islas “albergan una biodiversidad muy particular y de gran valor, ya que muchas de sus especies son endémicas y el territorio insular suele ser limitado, por lo que este tipo de impacto es mucho más grave”, explica Nogales.

Los resultados de este trabajo muestran que la biodiversidad tanto de las islas Baleares como de las Canarias se ha visto mermada por la acción de esta especie de gatos. Los lagartos gigantes endémicos de La Gomera y El Hierro, catalogados en peligro crítico por la UICN, “ya solo habitan en ciertos acantilados a los que los gatos tienen difícil su acceso”, explica el experto.

A nivel global, las regiones insulares más afectadas históricamente por la acción de este felino son las Galápagos (Ecuador), Hawái (EEUU), algunas islas caribeñas y el archipiélago canario.

Durante la investigación, el equipo identificó algunos casos llamativos donde el gato ha jugado un papel fundamental en la extinción de algunos vertebrados, como el del chochín de Stephens (Traversia lyalli) en el Estrecho de Cook (Nueva Zelanda) y la tórtola de Socorro (Zenayda graisoni) en Méjico, cuya especie está extinta en la naturaleza y sus únicos efectivos existentes se encuentran en cautividad.

Además, algunas subespecies del ratón endémico (Peromyscus guardia) de Baja California (México) se han extinguido en varias islas. El lagarto gigante de La Gomera (Gallotia gomerana), con una población exigua en la naturaleza, constituye uno de los reptiles más amenazados del planeta, asegura Nogales.

Los gatos asilvestrados están presentes la mayoría de las aproximadamente 179.000 formaciones insulares que existen en el mundo. A diferencia de las áreas insulares, en territorio continental, las especies amenazadas tienen la posibilidad de desplazarse a otras zonas y disponer de varias poblaciones.

Nogales considera que la erradicación de los gatos asilvestrados debe considerarse como la de cualquier otra especie invasora ya que su presencia “puede suponer la extinción de numerosas especies endémicas en el futuro”. “Muy frecuentemente nos encontramos ante casos extremos en islas en los que se trata de una cuestión de supervivencia, la especie autóctona versus la invasora”, concluye el investigador del CSIC.

Sirvieron para cazar roedores que llegaban en barco

Los europeos comenzaron a colonizar la mayoría de las islas del mundo a partir del siglo XV, con un máximo entre los siglos XVII y XIX. Nogales cuenta: “En aquella época, los barcos estaban infestados de roedores que eran introducidos en las islas involuntariamente”, y añade: “frente a ello, era necesario introducir gatos para controlar las poblaciones de roedores y salvaguardar sus cultivos y cosechas”. Por lo tanto, a lo largo de los últimos cinco siglos, estos felinos se han alimentado libremente de especies insulares “hasta que comenzaron los programas de conservación a partir de la década de los años 70”, añade.

Para evitar los perjuicios de su presencia sobre la biodiversidad insular, Nogales recomienda “la erradicación total de gatos asilvestrados en islas de superficie inferior a 200 kilómetros cuadrados y el control de sus poblaciones en aquellas de mayor tamaño donde el perjuicio causado sobre la biodiversidad sea destacable”.

Referencia Bibliográfica

Félix M. Medina, Elsa Bonnaud, Eric Vidal, Bernie R. Tershy, Erika S. Zalaveta, C. Josh Donlan, Bradford S. Keitt, Matthieu Le Corre, Sarah V. Horwarth, Manuel Nogales. “A global review of the impacts of invasive cats on island endangered vertebrates”. Global Change Biology. DOI: 10.1111/j.1365‐2486.2011.02464.x

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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