Un equipo internacional de científicos concluye, en un estudio publicado en el último número de la revista Molecular Ecology, que algunos caballos modernos de origen ibérico son descendientes de los caballos salvajes del Neolítico ibérico inicial, hace unos 6.200 años. La investigación demuestra que los linajes antiguos están representados sobre todo en el grupo C constituido por algunos caballos lusitanos y americanos modernos.
Los primeros caballos domésticos conocidos tienen unos 4.600 años de antigüedad, y proceden de las estepas situadas entre Ucrania y Kazajstán. A partir de esta prueba, la comunidad científica ha propuesto dos hipótesis: que los caballos domésticos se extendieron por el resto de Eurasia a partir de esa zona; y que la domesticación de éstos fue un proceso multirregional, que tuvo lugar varias veces en distintos sitios concretos.
“Los análisis previos del ADN mitocondrial de los caballos ibéricos modernos señalaba al haplogrupo D1 como el que más probablemente había participado en una evento de domesticación independiente, quizás en la Península Ibérica o el norte de África”, explica Anders Götherström, investigador del Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Uppsala (Suecia), y director del proyecto junto a Juan Luis Arsuaga, del Centro Mixto UCM-ISCIII de Madrid.
Sin embargo, los investigadores españoles, suecos y daneses, compararon antiguas secuencias ibéricas del Neolítico ibérico, la Edad de Bronce y la Edad Media con más de 1.000 secuencias de caballos modernos de distintas razas ibéricas y no ibéricas, así como con secuencias antiguas procedentes de otros estudios, para concretar el origen histórico del grupo D1 en la Península Ibérica.
Los científicos encontraron la primera aparición del grupo D1 en la Península Ibérica en un caballo medieval. “No hemos encontrado secuencias del periodo del Neolítico o la Edad de Bronce asociadas al haplogrupo ibérico moderno más importante, el grupo D1. Eso significa que el grupo D1 puede ser un grupo foráneo que llegó a la Península Ibérica en épocas históricas”, señala Jaime Lira, autor principal del estudio que publica Molecular Ecology, e investigador del Centro Mixto UCM-ISCIII de Madrid.
Domesticación independiente
Los caballos salvajes de la Península Ibérica contribuyeron al proceso de domesticación, y el grupo C Lusitano es testigo de este acontecimiento. “El Lusitano C es un pequeño grupo constituido únicamente por caballos modernos de origen ibérico. Hemos encontrado que los linajes maternos de este grupo ya estaban presentes en caballos ibéricos salvajes del Neolítico inicial, y que se mantuvieron a lo largo de la Edad de Bronce, hasta nuestros días”, subraya Arsuaga.
Estos resultados indican la posibilidad de un episodio de domesticación completamente independiente, o el uso de linajes maternos ibéricos en un proceso de reposición de animales a partir de los salvajes.