Coincidiendo con su fase menguante, estos días la luna deslumbra menos el cielo nocturno. Como consecuencia, las lágrimas de San Lorenzo de este año serán más visibles que en otras ocasiones, con un pico máximo entre los días 11 y 13 de agosto, aunque los cielos nublados pueden impedir disfrutar del espectáculo.
Como cada verano, desde mediados de julio hasta finales de agosto podemos disfrutar de las Perseidas, también conocidas como 'lágrimas de San Lorenzo', uno de los acontecimientos astronómicos más famosos del año.
En esta ocasión el pico máximo tendrá lugar entre las noches del 11 al 12 y del 12 al 13 de agosto, y será, según los especialistas, un buen año para observar la lluvia de estrellas, aunque el pronóstico de nubes en gran parte de España puede deslucir el espectáculo.
En 2020, el acontecimiento coincide con la luna en fase menguante, lo que se traducirá en que únicamente estará iluminada un 47 %.
Al deslumbrar menos, las Perseidas serán más visibles que otros años. “Este año la Luna no será un problema para la observación de la lluvia de estrellas más famosa del año: la Perseidas”, comenta Miquel Serra-Ricart, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Para verlas en todo su esplendor, se recomienda acudir a lugares con poca contaminación lumínica, alejados de las ciudades y sin luces, durante las primeras horas tras la puesta de sol y alrededor de la medianoche.
"Como siempre, debemos ser pacientes, en quince minutos seguro que las contamos por decenas si fijamos la mirada en un punto fijo del cielo", añade Serra-Ricart. Según los cálculos de los modelos estándares, la actividad de las Perseidas se sitúa alrededor de los 100 meteoros por hora.
Para los que no tengan la posibilidad de verlas al aire libre, existe otra manera de no perderse este acontecimiento desde casa, mediante retransmisiones en directo on line. Enmarcado en el proyecto de divulgación Energy Efficiency Laboratories (EELabs), el canal sky-live.tv comenzará un directo este jueves a partir de las 1:15 horas (00:15 horas en Canarias), desde los observatorios del Teide, en Tenerife, y del Roque de los Muchachos, en La Palma.
Las 'estrellas fugaces' son pequeñas partículas de polvo que se desprenden de los cometas o asteroides como consecuencia del deshielo que se produce a medida que orbitan alrededor del sol. En su recorrido anual, la Tierra se cruza en la estela que dejan a su paso estas nubes de partículas de polvo, llamadas meteroides.
Durante ese encuentro, las partículas se desintegran a medida que entran a gran velocidad en la atmósfera terrestre, dejando a su paso el haz de luz que vemos, el cual recibe el nombre científico de meteoro.
En el caso particular de las Perseidas, no son otra cosa que meteoros procedentes del cometa Swift-Tuttle, descubierto en el año 1862. Con un tamaño aproximado de 26 kilómetros de diámetro, es el objeto de mayor tamaño que de forma periódica se acerca a la Tierra. Respecto al nombre de estas 'estrellas', deriva de la constelación de Perseo, radiante de la que parecen proceder los meteoros del cometa Swift-Tuttle.
De forma popular, también son conocidas como 'lágrimas de San Lorenzo', festividad cristiana que se celebra el 10 de agosto y que suele coincidir con el pico máximo de las Perseidas.
Durante todas las lluvias de estrellas, amateurs de la Astronomía realizan conteos de los meteoros o estrellas fugaces y las envían a la Organización Internacional de Meteoros (IMO) para calcular las tasas de actividad de dichas lluvias.
En estas Perseidas de 2020, el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), se han unido bajo el proyecto de ciencia ciudadana Contadores de Estrellas, financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y han elaborado una actividad didáctica para que cualquier ciudadano pueda colaborar en estos conteos.
La guía describe el procedimiento a seguir, por medio de unas apps que tienen que tener instaladas previamente en sus dispositivos móviles y utilizando un material muy básico. El reto es conseguir que, de una manera sencilla, el público general también pueda participar y entienda este fenómeno astronómico, así como otras curiosidades del cielo que están descritas en la guía.
Esta actividad se plantea para realizarla en familia o en equipos, dado que el evento coincide en muchos casos en período vacacional y es muy habitual que los ciudadanos aprovechen la ocasión para salir a observar.