Volar en grupo en formación de racimo, típico en palomas (Columba livia), exige mayor energía que hacerlo en forma de V. Así lo demuestra una investigación británica que atribuye este comportamiento a estrategias defensivas y grupales. Otras aves, como los pelícanos, consumen entre un 10% y un 70% menos de energía que las palomas.
Referencia bibliográfica:
James R. Usherwood, Marinos Stavrou, John C. Lowe, Kyle Roskilly, Alan M.Wilson. “Flying in a flock comes at a cost in pigeons”. Nature 474, 22 de junio de 2011 DOI:10.1038/nature10164.
“Los pájaros que vuelan en bandadas ‘normales’, a diferencia de los grupos en forma de V, aletean a un ritmo mayor y esto provoca que sufran desventajas energéticas”, explica a SINC Jim Usherwood, autor principal del estudio e investigador en The Royal Veterinary College de la Universidad de Londres (Reino Unido).
La mayoría de las aves que se desplazan en grupo siguen una estructura en forma de racimo (o normal). Es el caso del tejedor de pico rojo, el estornino, la gaviota, el mirlo el correlimos común o la paloma. Sin embargo, un estudio publicado en Nature revela que cuando las palomas siguen este comportamiento, trazan curvas, lo que les exige cuadriplicar su esfuerzo.
Por el contrario, aves como el pelícano, con una organización en forma de V, tienen una frecuencia de aleteo y cardíaca menor que las demás. “Volar en V permite aprovechar zonas de viento que ayudan a apoyar el peso de los pájaros”, señala Usherwood.
El ahorro de energía al seguir esta estructura “se sitúa entre el 10% y el 70%”, indica a SINC Geoffrey Spedding, otro de los autores del trabajo e investigador de la Universidad del Sur de California de Los Ángeles (EE UU). “La formación en V es buena para coordinar la dirección”, añade Spedding.
Mejor en compañía
Los expertos analizaron datos de sensores de GPS implantados a 18 palomas en un período de nueve horas de vuelo, lo que sumó un total de 243.000 aleteos en siete recorridos. Cuando volaban cerca, las palomas tenían que aletear más rápido, sobre todo cuando se encontraban detrás de otra ave.
A pesar del coste energético que les supone, las aves vuelan de esta manera por cuestiones de supervivencia. “Es probable que sea una forma de defenderse de los predadores: cuando un gavilán las sobrevuela, el grupo se concentra más”, indica Usherwood.
Otra de las razones podría responder a cuestiones de compañerismo. “Cada pájaro quiere volar en compañía: ni demasiado lejos, ni demasiado cerca y a la misma velocidad”, mantiene Spedding.