El cromosoma sexual masculino Y ha evolucionado muy rápidamente en los últimos 100 millones de años. Según las investigadoras de la Universidad Estatal de Pensilvania, Kateryna Makova y Melissa Wilson, este cambio está provocando que el cromosoma Y pierda genes, y podría suponer su total desaparición con el paso del tiempo.
Cada ser humano cuenta con 23 pares de cromosomas que llevan nuestro ADN. De ellos, sólo dos son cromosomas sexuales: X, que tienen tanto mujeres como hombres, e Y, que sólo tienen los hombres y las personas intersexuales.
En los mamíferos placentarios, como los humanos, los perros, los ratones, o las jirafas, los cromosomas sexuales contienen una región adicional de ADN. Sin embargo, en las otras dos clases de mamíferos, ovíparos (como el ornitorrinco) y marsupiales, esta región adicional se encuentra en los cromosomas no sexuales. En el caso de los placentarios, “al principio, pequeñas partes del ADN de esta región adicional se intercambiaban fácilmente entre los cromosomas X e Y, pero hace entre 80 y 130 millones de años, la región se convirtió en dos entidades completamente separadas que ya no intercambiaban ADN. Una de las regiones se asoció específicamente con el cromosoma X, y la otra con el Y”, señala Makova.
Para estudiar cómo se dio esta transformación, las investigadoras han comparado el ADN de los cromosomas X e Y de mamíferos placentarios, con el ADN de cromosomas no sexuales de la zarigüeya (marsupial) y el ornitorrinco (ovíparo).
“Nuestra investigación muestra que el ADN específico del cromosoma Y empezó a evolucionar rápidamente en la época en que la región de ADN se dividió en dos entidades, mientras que el ADN específico del cromosoma X mantuvo la misma velocidad evolutiva que los cromosomas no sexuales”, explica Makova.
Ambas expertas señalan que “hoy el cromosoma Y humano contiene menos de 200 genes, mientras que el X tiene unos 1.100". Sabemos que los genes "importantes" del cromosoma Y son pocos, como los implicados en la formación del esperma. "La mayoría de los genes no eran importantes para la supervivencia porque se perdieron, lo que ha provocado que los antes idénticos cromosomas X e Y tengan ahora cantidades tan diferentes de genes”, concretan.
Aunque los genes que conserva el cromosoma Y son importantes, no significa que no pueda desaparecer con el tiempo. Aun así, Nakova advierte de que “si esto ocurre, no supondrá el fin de los machos. En su lugar, seguramente un nuevo par de cromosomas no sexuales emprenderán el camino de convertirse en cromosomas sexuales”.