Como conclusión de la conferencia mundial sobre el VIH, celebrada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) entre el 19 y el 22 de julio, la comunidad científica ha destacado la evidencia de los importantes beneficios que las inversiones económicas en la lucha contra esta enfermedad suponen para otras enfermedades que afectan a mujeres y niños. Los expertos piden ahora más inversiones para el fortalecimiento de los sistemas de salud.
Más de 5.000 investigadores, expertos y responsables de instituciones han participado esta semana en la V Conferencia de la Sociedad Internacional de sida (IAS, por sus siglas en inglés) sobre la patogénesis, el tratamiento y la prevención del VIH. En dicha conferencia, los participantes han tratado los logros tecnológicos en el tratamiento del sida y cómo transferir políticas positivas a los países empobrecidos.
Durante sus cuatro días de duración (del 19 al 22 de julio), los expertos han mostrado cómo las inversiones en la lucha contra el VIH han contribuido a la reducción de la mortalidad infantil y de la incidencia de la tuberculosis, así como a la mejora del acceso a los servicios de salud.
Según Julio Montaner, presidente de la conferencia y de la IAS, “hoy hay cerca de cuatro millones de personas enfermas sin ningún tratamiento médico en los países menos desarrollados, y otros seis millones son portadores del VIH fuera del control médico preceptivo y con mayor posibilidad de seguir propagando el virus a otras personas”.
Sin embargo, los datos sugieren que el número de nuevas infecciones ha llegado a su punto máximo debido a los esfuerzos en la prevención. Además, las pruebas presentadas sugieren que el tratamiento a gran escala no sólo puede salvar la vida de los pacientes que reciben atención médica, sino que también frena la epidemia mediante la reducción de la carga viral y de la capacidad infectiva del virus.
La crisis, otro de los enemigos del sida
De acuerdo con un comunicado divulgado por la IAS, "debido a la crisis financiera global varios países han reducido o cancelado el compromiso de incrementar el apoyo a la lucha contra el sida, lo cual ha empeorado la situación mundial".
"Los datos presentados demuestran que las inversiones específicas en el VIH están sirviendo de ayuda para conseguir beneficios adicionales en temas de salud materna e infantil", explica Julio Montaner. "De esta manera, los objetivos del milenio 4, 5 y 6, para reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna y combatir el VIH, se fortalecen unos a otros y deben tratar de alcanzarse en su conjunto".
Hace diez años había menos de 1.000 millones de dólares estadounidenses disponibles para programas sobre el VIH a nivel mundial. Sin embargo, en 2009 ya había 14.000 millones. Estas inversiones han generado grandes beneficios en el tratamiento de la epidemia del VIH, como por ejemplo, cuatro millones de personas que siguen vivos gracias a los tratamientos y que de otro modo hubieran fallecido.
La conferencia presentó pruebas que sugieren que la ampliación de los programas sobre el VIH puede llevar a mejoras en los resultados relacionados con otras condiciones de salud y a reforzar las infraestructuras de la atención sanitaria en general.
La expansión de la terapia antirretroviral (de ahora en adelante ART, por sus siglas en inglés) durante los últimos cinco años también ha servido como "válvula de presión" para muchos países empobrecidos con alta seroprevalencia. La atención del sida desplazaba a otras enfermedades. Según los expertos, recientes inversiones en el VIH y la consiguiente disminución de la mortalidad han liberado recursos para que puedan usarse en otras prioridades sanitarias.
Wafaa El-Sadr, investigador de la Universidad de Columbia (EE UU), ha puesto de manifiesto en la conferencia que la naturaleza compleja del VIH ha requerido que se crearan infraestructuras adecuadas también para hacer frente a otras enfermedades y otras circunstancias.
"Los programas sobre el VIH representan el primer éxito a gran escala de los programas de enfermedades crónicas en los entornos con recursos limitados. Podemos aprovechar sus éxitos para revitalizar y mejorar las respuestas a otras prioridades sanitarias", concluye El-Sadr.
Algunos casos esperanzadores
Durante la conferencia se ofrecieron algunos ejemplos concretos de cómo las inversiones en el VIH han llevado además hacia otros beneficios para la salud:
1. En el este de Uganda, el aumento en los servicios contra el VIH/SIDA se vio acompañada de una reducción de mortalidad infantil del 83%, no relacionada con el VIH, este descenso se atribuye a la reducción del 90% en niños huérfanos. (Mermin J, Were W, Ekwaru JP y otros. The Lancet, 2008).
2. En una región rural de la provincia de KwaZulu-Natal en Sudáfrica, tras la introducción de la prevención de la transmisión de madre a hijo (de ahora en adelante PMTCT, por sus siglas en inglés) en 2001 y los servicios de terapia antirretroviral (ART) en los programas de 2004, se observó una reducción en la tasa de mortalidad infantil del 57% en los menores de 2 años de edad, lo cual muestra un efecto a nivel poblacional de la mejora de los servicios de salud. (Ndirangu J, Bland R, Newell MJ. IAS 2009, resumen WEAD105).
3. En Haití y Ruanda, “Compañeros en la salud” obtuvieron datos documentados acerca de una mayor utilización de los servicios de salud no relacionados con el VIH, incluida la atención prenatal, la configuración de la asistencia sanitaria en el parto y en el cuidado de los recién nacidos. También aumentaron las vacunaciones y pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual. (Walton DA, Farmer PE, Lambert W, Leandre F, Koenig SP, Mukherjee JS. J de Política de salud, 2004).
4. Existen evidencias que demuestran que las mujeres que recibían tratamiento para el VIH era más probable que enviaran a los niños a los servicios de salud. Aquellos países que tienen potentes servicios de salud materna han tenido mayor capacidad de gestionar y mantener los programas de apoyo general que la salud materna y la supervivencia del niño y no sólo la PMTCT. (2003-2007 Investigación y encuestas sobre demografía y salud de Costa de Marfil, Ruanda, Etiopía, etc., citado por René Ekpini en IAS 2009).
5. En la mayoría de los países, la cobertura de las intervenciones principales de la salud materna e infantil han seguido mejorando a un ritmo constante, sin una clara evidencia de desaceleración desde 2004. (Organización Mundial de la Salud: Informe sobre la 3 ª Consulta de Expertos sobre la maximización de Sinergias Positivas entre los Sistemas de Salud y las Iniciativas Mundiales en salud. Octubre de 2008).
6. Botswana tuvo su primer descenso de la mortalidad infantil y aumento de la esperanza de vida en décadas cuando el país se centró en la aplicación de programas de VIH/SIDA utilizando tanto los recursos nacionales como los internacionales. (Stoneburner R, D Montagu, Pervilhac C, et al. 16ª Conferencia Internacional sobre el SIDA, Toronto, resumen THLB0507).
7. Un estudio realizado en una comunidad de Sudáfrica con alta prevalencia del VIH y con buen funcionamiento de los programas de tuberculosis, encontró que el despliegue de la terapia antirretroviral (ART) se asoció con mejoras en la tuberculosis. Además, se observó una importante disminución (de más del 75%) en las notificaciones anuales de la tuberculosis entre las personas que son VIH positivos al recibir ART. (Middelkoop, K, Wood, R, Myer, L, Sabastian, E, Bekker LG. IAS 2009 resumen CDB041).