Desde el pasado sábado, la isla canaria de La Palma ha registrado más de 4.200 pequeños terremotos. Ayer, uno de ellos, de una magnitud de 3,2, fue el más potente desde que empezó la crisis. Según el Instituto Vulcanológico de Canarias, una incursión de magma en el subsuelo de la isla podría ser la causa, aunque de momento no hay razón para temer una erupción.
Un seísmo de 3,2 en la escala de Richter ha sido localizado a las 10h25 de este miércoles a una profundidad de entre 7 y 9 kilómetros en el municipio palmero de El Paso, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN). En las cercanías de la localidad se han registrado en torno a 60 de los más de 90 terremotos detectados a lo largo de ayer. También se han producido movimientos sísmicos en los pueblos de Fuencaliente y Tazacorte.
Este es el movimiento telúrico de magnitud más elevada de los que se han registrado en La Palma desde que empezó el evento sísmico el día 11 de septiembre. Desde ese día se ha concatenado casi ininterrumpidamente 4.222 pequeños temblores, de los que se han localizado 920.
Paralelamente, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán) ha cifrado el volumen del reservorio de magma que podría estar provocando el actual movimiento sísmico en La Palma en 11 millones de metros cúbicos (11 Hm3), el equivalente a la cuarta parte de los materiales volcánicos que emitió la última erupción registrada en la isla, la del Teneguía, hace 50 años.
La presión de este reservorio de magma sobre el subsuelo de la isla está dando como resultado una miríada de pequeños sismos, que han estado registrando desde hace días los diferentes sistemas de vigilancia instalados en torno a la Cumbre Vieja.
Situación geográfica de los temblores en la isla de La Palma / IGN.
Como consecuencia de los temblores, se ha notificado una elevación del terreno que ayer llegaba a los seis centímetros. El propio Involcán califica de “pequeño” el tamaño de ese reservorio de magma. De hecho, lo es si se compara con el que produjo la última erupción vivida en la isla de La Palma, la de Teneguía. En 2011 se produjo otra erupción volcánica submarina en la isla de El Hierro.
Según un estudio actualizado publicado por la Sociedad Geológica de España en 2014, la erupción de Teneguía expulsó 43,01 millones de metros cúbicos de materiales volcánicos durante los 24 días que duró la erupción, a un promedio de 1,79 millones de metros cúbicos diarios.
Los diferentes organismos que participan en la vigilancia de la situación de La Palma —el Involcán y el Instituto Geológico Nacional, entre otros— coinciden que el nuevo “enjambre sísmico” que vive la isla, situado en el entorno de la Cumbre Vieja, es de origen magmático, y forma parte de un proceso que en los últimos días parece haberse acelerado.
Sin embargo, ambas instituciones advierten de que los terremotos no necesariamente pueden acabar en una erupción. También cabe la posibilidad de que el proceso se detenga.
Por eso el semáforo de riesgo volcánico en La Palma sigue en amarillo (nivel 2 de 4), ya que aún no se han detectado fenómenos claramente preeruptivos, lo que elevaría el listón a naranja (3).