La fertilización interna, más antigua de lo que se creía

El hallazgo de un fósil de embrión de pez placodermo el año pasado ha permitido a los investigadores australianos demostrar ahora que la fertilización interna como estrategia reproductiva es mucho más antigua y estaba mucho más extendida entre los primeros peces dotados de mandíbulas hace entre 420 y 350 millones de años. El trabajo, que se publica esta semana en Nature, confirma, además, que más de una especie de pez tenía órganos reproductores como los tiburones de la actualidad.

La fertilización interna, más antigua de lo que se creía
Imagen del video de animacion elaborado por el Museo Victoria (Australia).

Aunque este tipo de biología reproductiva en el registro fósil es extremadamente rara, los investigadores proponen en Nature nuevas muestras de esta reproducción en un grupo inferior de placodermos, denominados los ‘dinosaurios del mar’. Se trata de la primera evidencia de la reproducción por fertilización interna.

El nuevo hallazgo confirma que los vivíparos estaban mucho más extendidos de lo que pensaban los científicos. La investigación, basada en el descubrimiento en 2008 de un fósil de embrión de placodermo, presenta la primera estimación de la fertilización interna del placodermo Incisoscutum ritchiei.

“El año pasado descubrimos la madre más antigua del mundo, Materpiscis attenboroughi, un pez placodermo de 375 millones de años con el embrión y el cordón umbilical atados. De esta manera, supimos que la fertilización interna o el sexo estaban ocurriendo en ese momento. Lo que no sabíamos era cómo. Con este descubrimiento sabemos ahora cómo lo hacían”, ha explicado John Long, director científico del Museo Victoria de Melbourne (Australia).

Dos peces con órganos para la copulación

El equipo de investigación de la Universidad del Oeste de Australia, del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido) y del Museo Victoria (Australia) demuestra que los peces Incisoscutum ritchiei tenían una faja pélvica en la estructura derecha que sostenía órganos como los pterigopodios o penes de los tiburones macho actuales.

“El descubrimiento del año pasado permitió el hallazgo de nuevos embriones dentro de Incisoscutum, pero se pensaba al principio que habían sido su ultima comida”, ha señalado Long. El hallazgo demuestra que más de una especie de pez (Incisoscutum y Austrophyllolepis) tuvo estructuras que conducían a un órgano transmisor de esperma en la parte interior pélvica.

Estas estructuras demuestran la existencia de la fertilización interna, o el sexo para la copulación, que modifica y adelanta en el tiempo el origen evolutivo de esta estrategia reproductiva.

Ambas especies (Incisoscutum y Austrophyllolepis) pertenecen a los placodermos, un grupo extinto de peces con mandíbulas que fue el grupo imperante de los vertebrados a lo largo de la Era del Medio Paleozoico (hace entre 420 y 350 millones de años), y que tenia escamas óseas de su coraza sobre su cabeza y cuerpos.

Los placodermos, que comprendían menos de 200 especies, dominaron los lagos y mares del mundo durante casi 70 millones de años.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados