El hallazgo de un fósil de embrión de pez placodermo el año pasado ha permitido a los investigadores australianos demostrar ahora que la fertilización interna como estrategia reproductiva es mucho más antigua y estaba mucho más extendida entre los primeros peces dotados de mandíbulas hace entre 420 y 350 millones de años. El trabajo, que se publica esta semana en Nature, confirma, además, que más de una especie de pez tenía órganos reproductores como los tiburones de la actualidad.