La expedición Ukhupacha trabaja por la conservación de la Águila Harpía en Ecuador

La expedición Ukhupacha a tierras sudamericanas ha ampliado a la biología su ámbito de colaboración con la ciencia, que hasta ahora se centraba en la arqueología, con un proyecto en Ecuador de conservación del águila harpía. La última expedición, que finalizó el pasado 31 de agosto, permitió acceder por primera vez a una pintura única del arte rupestre inca y descubrir un nuevo camino inca al Machupicchu.

 Los arqueólogos frente a la pintura del Manco Inca Yupanki. FOTO: V. Zapater / A. Ukhupacha
Los arqueólogos frente a la pintura del Manco Inca Yupanki. Foto: V. Zapater /A. Ukhupacha

La primera parte de la expedición tuvo lugar de finales de junio a principios de agosto en Perú, con diversos objetivos a desarrollar en Machupicchu, Cusco y Ollantaytambo.

En Machupicchu, conjuntamente con arqueólogos y profesionales de la Dirección Regional de Cultura de Cusco, se exploró la pared oeste de la montaña Machupicchu donde, según el Director del Santuario Histórico Nacional de Machupicchu, el antropólogo Fernando Astete, existían evidencias que hacían pensar en la posibilidad de la existencia de un camino inca.

La exploración duró tres días, durante los que se pudo recorrer gran parte de este camino de un metro de alto y muros de 4 a 5 metros que comunicaba el conjunto arqueológico de Wayraqtambo con el camino de ascenso a la cima del Machupicchu. Los trabajos continuaron posteriormente con el hallazgo de otro camino en la misma montaña y la exploración de los sectores Intihuatana y Waynapicchu, donde también se cree que existen caminos.

En Ollantaytambo la asociación Ukhupacha trabajó en una de las pocas manifestaciones de arte rupestre inca que existen, Inkapintay, situada en una pared de la montaña Pinkuylluna a más de 70 metros de tierra. Los trabajos, dirigidos por el arqueólogo peruano Víctor Falcón Huayta, consistieron al facilitar el acceso al arqueólogo director y a la arqueóloga Mònica Suárez hasta la pintura para que la pudiesen estudiar con dibujos, fotografías y toma de muestras de los pigmentos, así como evaluar su estado de conservación.

Es la primera vez que se accede a la pintura para estudiarla desde que, según Felipe Guaman Poma de Ayala, Manco Inca Yupanqui ordenó realizarla en 1536. La asociación castellonense aprovechó su estancia en Perú para impartir un curso de Técnicas espeleológicas de progresión vertical al personal del Plan COPESCO, que trabaja en el lugar arqueológico de Choquequirao.

La segunda parte de la expedición se desarrolló durante el mes de agosto en Ecuador, donde participó con SIMBIOE (Corporación Sociedad para la Investigación y Monitoreo de la Biodiversidad Ecuatoriana) en el Programa de Conservación del Águila Harpía en Ecuador (PCAHE), proyecto que dirige la bióloga de la Universidad de Alicante Ruth Muñiz López.

Los trabajos en la selva amazónica, hábitat del águila harpía (Arpía harpyja), consistieron en el desarrollo de un curso de Técnicas espeleológicas de progresión vertical para el ascenso a grandes árboles. Estas técnicas son esenciales para que el personal de SIMBIOE pueda desarrollar con eficacia y seguridad los trabajos de marcaje y seguimiento de esta especie amenazada.

El curso y las tareas de supervisión de crías y nidos se han llevado a cabo con el apoyo de la comunidad cofan de Zábalo y Pakuya, en la Reserva de Producción Faunística de Cuyabeno.

Con este proyecto la asociación Ukhupacha extiende sus trabajos, como estaba previsto, a otras disciplinas científicas diferentes de la arqueología y fuera de Perú, ya que el objetivo de la asociación es poner a disposición de los científicos de todo el mundo sus técnicas para llegar a sitios de difícil acceso.

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Fuente: Universitat Jaume I
Derechos: Creative Commons
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