Lobos, osos y linces son especies protegidas por ley en la mayoría de los países europeos tras rozar la extinción hace unas décadas. Pero a pesar de la reintroducción de poblaciones, estos animales siguen en peligro, sobre todo los linces europeos, protagonistas de #Ciencialobestia. Un estudio revela que la principal amenaza de estos carnívoros es la caza furtiva en Alemania, República Checa y Austria.
En la década de 1980, las autoridades checas reintrodujeron 18 linces europeos (Lynx lynx) en el área que cubre ahora el parque nacional de Šumava. La población creció y se extendió en los primeros años al norte del parque hasta alcanzar la frontera con Alemania y hasta el sur llegando a Austria. Sin embargo, a partir de 1998, el número de ejemplares empezó a caer en picado. Varios estudios científicos señalaron entonces a la caza furtiva.
Para demostrarlo, el biólogo de conservación Marco Heurich y la ecologista del paisaje Stephanie Kramer-Schadt del Instituto Leibniz para la Investigación Zoológica y de la Vida Salvaje en Berlín recopilaron datos sobre la reproducción, las tasas de mortalidad, y los movimientos de estos animales gracias a la telemetría por satélite y la colocación de cámaras, y los cruzaron con un modelo de computación.
El equipo también desarrolló un modelo virtual sobre el hábitat de los linces para detectar las áreas más adecuadas para ellos, teniendo en cuenta la red de carreteras real. De este modo, los científicos pudieron simular varios escenarios en los que incluyeron el riesgo de ser atropellado y la probabilidad de morir por causas naturales, y los compararon con la observación de la vida real de estos carnívoros.
Los resultados, publicados en la revista Biological Conservation, revelan que de 1982 a 1996 la probabilidad de que la población de linces desapareciera era menor al 5%. Los científicos no pudieron además explicar el 4% de la tasa de mortalidad. Pero de 1998 a 2014, la tasa de mortalidad inexplicada aumentó considerablemente y fue mucho más alta –entre el 15% y el 20%–. La caza furtiva parecía ser la principal causa.
“Lamentablemente, esto es cierto en las tendencias internacionales cuando se habla del nivel de mortalidad causado por los humanos”, dice Stephanie Kramer-Schadt. A pesar de que los investigadores identificaron otras causas de mortalidad como las enfermedades, solo las capturas ilegales podían explicar la alta mortalidad de estos animales.
Una población al borde de la extinción
Ahora, los expertos advierten de que cualquier pequeño aumento en las muertes podría suponer alcanzar un punto crítico en la población. “La probabilidad de que la población se extinga nuevamente es de hasta un 74% en el peor de los casos”, apunta Marco Heurich.
Según los requisitos establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para una población viable, este riesgo es demasiado alto. Las simulaciones realizadas hasta ahora han excluido las actividades ilegales en los parques nacionales de Bayerischer Wald y Šumava, por lo que parecía que estas áreas protegidas contribuían significativamente a mantener la población de linces.
Sin embargo, según el estudio, encargado por la organización World Wildlife Fund en Alemania, para mantener a la población de manera permanente, el paso más importante es detener la caza y la matanza ilegal de linces, una medida que se debe unir a la conservación de los hábitats que evita las muertes por atropello.
Referencia bibliográfica:
Marco Heurich et al. “Illegal hunting as a major driver of the source-sink dynamics of a reintroduced lynx population in Central Europe” Biological Conservation 224: 355-365 Agosto de 2018