La OMS se propone acabar con la tuberculosis en 2050

Eliminar la tuberculosis es el objetivo que se marca la Organización Mundial de la Salud para 2050, pasando por una primera fase para 2035 en la que los nuevos casos de tuberculosis deben reducirse a menos de 10 por millón de habitantes y año. El ambicioso plan se centra en 33 países en los que la enfermedad tiene una baja incidencia en la actualidad.

La OMS se propone acabar con la tuberculosis en 2050
Un profesional sanitario examina una radiografía de un enfermo de tuberculosis en un hospital de Pesháwar (Pakistán). EFE/Bilawal Arbab

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado hoy, junto con la Sociedad Respiratoria Europea (ERS), un nuevo marco para eliminar la tuberculosis en países en los que la enfermedad tiene una baja incidencia. En la actualidad hay 33 países y territorios con menos de 100 casos de tuberculosis por millón de habitantes.

En el proyecto se define una fase inicial de preeliminación que pretende reducir los casos nuevos de tuberculosis a menos de 10 por millón de habitantes por año en esos países para 2035 y posteriormente, para 2050, conseguir su eliminación completa, es decir, una incidencia de menos de un caso por millón de habitantes por año.

A pesar de que la tuberculosis es prevenible y curable, en esos 33 entornos 155.000 personas siguen contrayendo la enfermedad cada año y 10.000 sucumben a ella. Además, millones de personas se infectan y corren el riesgo de enfermar.

En 33 países 155.000 personas siguen contrayendo la enfermedad cada año y 10.000 sucumben a ella

“Los países con una carga débil de tuberculosis ya cuentan con los medios para reducir drásticamente los casos de tuberculosis de aquí a 2035”, comenta Hiroki Nakatani, subdirector general de la OMS. “La clave está en dirigir intervenciones inteligentes contra la tuberculosis hacia las personas que más las necesitan”.

La iniciativa, elaborada en colaboración con expertos de países con una carga débil de la enfermedad, supone una adaptación de la nueva estrategia mundial de la OMS contra la tuberculosis 2016-2035, aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2014.

“La tuberculosis es todavía un grave problema sanitario a escala mundial, en especial en los países menos desarrollados”, explica Juan Ruiz Manzano, neumólogo del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. “El número total de casos está disminuyendo, pero de forma muy lenta. Lo que está aumentado son los casos con resistencia a los fármacos antituberculosos”.

Una de cada tres personas en el mundo está infectada con bacterias latentes de la tuberculosis, una enfermedad infecciosa que se transmite por el aire, pero esta solo aparece cuando las bacterias están en división activa. De hecho, en general la tuberculosis puede ser tratada con éxito con cuatro fármacos de uso corriente.

España no entra en el objetivo

De los 33 territorios a los que va dirigido el marco, 21 son países europeos. Se incluyen también siete de la Región de las Américas, tres de la Región del Mediterráneo Oriental y dos de la Región del Pacífico Occidental. España no aparece en este objetivo por su alta incidencia.

“Erradicarla como se hizo con la viruela no es posible en 40 o 50 años. Eso implicaría que no hubiera ni casos de tuberculosis activa ni infectados que con el tiempo podrían desarrollar la forma activa. Nos debemos basar en programas de control cuyo objetivo es disminuir la incidencia año a año”, explica a Sinc Joan Cayla, jefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.

El experto español subraya que la incidencia de España dentro de la Europa occidental es de las dos o tres más altas y, además, hay un problema de subregistro, es decir, que alrededor del 40% de los casos no estarían notificados.

La incidencia de España dentro de la Europa occidental es de las dos o tres más altas y, además, alrededor del 40% de los casos no están notificados

Cómo lograr la erradicación

En el nuevo marco de la OMS se subraya la eficacia de ocho intervenciones: garantizar la financiación; abordar los grupos más vulnerables y las necesidades especiales de los migrantes; realizar pruebas de detección de tuberculosis activa y de infección latente en grupos de alto riesgo y ofrecer un tratamiento adecuado; mejorar la prevención y atención de la tuberculosis multirresistente; asegurar la vigilancia continuada; invertir en investigación y apoyar el control mundial de la enfermedad.

“El uso de antibióticos potentes y la mejora del nivel de vida ha expulsado prácticamente la enfermedad de muchos países de ingresos altos. Pero todavía no podemos cantar victoria. Si ahora tomamos las medidas incorrectas, la tuberculosis podría repuntar, con formas resistentes a más fármacos”, señala G.B. Migliori, de la ERS.

Según los expertos, para eliminar la enfermedad en países con una carga débil será fundamental reforzar la prevención y atención contra la tuberculosis en países con una elevada incidencia. Para lograr esta interdependencia será necesaria una estrecha colaboración entre los países con una carga elevada y una carga débil de tuberculosis.

Los países incluidos son Alemania, Australia, Austria, Bahamas, Bélgica, Canadá, Chipre, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos de América, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Jamaica, Jordania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos, Puerto Rico, República Checa, Ribera Occidental y Franja de Gaza, Suecia y Suiza.

Además de los países y territorios enumerados, el marco también será pertinente para los países que se aproximan a menos de 10 casos/100 000 habitantes por año.

Fuente: OMS
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