La capa de hielo de la Antártida perdió alrededor de tres billones de toneladas entre 1992 y 2017, según un análisis de la revista Nature, que publica un total de cinco estudios esta semana sobre la evolución, estado actual y futuro de este continente. Este derretimiento se traduce en un aumento medio del nivel del mar de cerca de ocho milímetros. El proceso se ha acelerado en los últimos cinco años.
El comportamiento del hielo de la Antártida, que contiene suficiente agua para elevar el nivel del mar 58 metros a escala mundial, es un indicador clave del cambio climático. El seguimiento actual, así como el balance sobre sus pérdidas y ganancias de masa, permitirá estimar los posibles cambios futuros de este continente.
Desde 1989 se han realizado más de 150 cálculos de la pérdida de masa de hielo de la Antártida. Un estudio liderado por la Universidad de Leeds (Reino Unido), que cuenta con la participación de 84 científicos de 44 organizaciones internacionales, ha combinado 24 evaluaciones satelitales hasta concluir que las pérdidas de hielo de la Antártida han aumentado los niveles mundiales del mar en 7,6 mm desde 1992. Las dos quintas partes de este aumento (3 mm) se han producido en los últimos cinco años. El trabajo se publica en la revista Nature.
"Hace tiempo que sospechábamos que los cambios en el clima de la Tierra afectarían a las capas de hielo polares. Gracias a los satélites, ahora podemos rastrear con confianza sus pérdidas y la contribución global al nivel del mar”, explica Andrew Shepherd, profesor de la Universidad de Leeds.
Los hallazgos son resultado de una evaluación climática conocida como el Ejercicio de Comparación de Balance de Masa de la Capa de Hielo (IMBIE, por sus siglas en inglés) y suponen la imagen más completa del cambio de la capa de hielo de la Antártida hasta la fecha.
Antes de 2012, la Antártida habría perdido una tasa constante de 76 mil millones de toneladas por año, una contribución de 0,2 mm por año al aumento del nivel del mar. Sin embargo, desde entonces ha habido un fuerte aumento. Entre 2012 y 2017, el continente perdió 219 mil millones de toneladas al año, una contribución anual de 0,6 mm al nivel del mar.
"De acuerdo con nuestro análisis, ha habido un aumento gradual en las pérdidas de hielo de la Antártida durante la última década, y este continente está provocando que los niveles del mar aumenten más rápido en la actualidad, que en cualquier momento de los últimos 25 años. Esto tiene que ser un motivo de preocupación para los gobiernos en los que confiamos para proteger nuestras ciudades y comunidades costeras", subrayan los autores.
Un continente que puede hundir al resto
La Antártida almacena suficiente agua congelada como para elevar el nivel global del mar en 58 metros. Conocer cuánto hielo está perdiendo es clave para comprender los impactos del cambio climático en la actualidad y en el futuro.
“Este es el estudio más sólido sobre el balance de masas de hielo de la Antártida hasta la fecha", asegura Erik Ivins, investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en California.
El aumento acelerado de la pérdida de hielo del continente en su conjunto es una combinación de la situación de los glaciares en la Antártida Occidental y en la península antártica, y un crecimiento reducido de la capa de hielo en la Antártida oriental.
La Antártida occidental experimentó el cambio más grande, con pérdidas de hielo de 53 mil millones de toneladas por año en la década de 1990 a 159 mil millones de toneladas por año desde 2012. La mayor parte proviene de los inmensos glaciares Pine Island y Thwaites, que se están derritiendo rápidamente debido a la fusión de los océanos.
En el extremo norte del continente, el colapso de la plataforma de hielo en la península antártica ha provocado un aumento de 25 mil millones de toneladas por año. La capa de hielo de la Antártida oriental se ha mantenido en un estado de equilibrio en los últimos 25 años, con un promedio de 5 mil millones de toneladas de hielo al año.
Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, declara: "CryoSat y Sentinel-1 están haciendo una contribución esencial para entender cómo las capas de hielo responden al cambio climático y afectan al nivel del mar, que es una gran preocupación”.
"Los satélites nos han proporcionado una imagen asombrosa de cómo está cambiando la Antártida. La longitud del registro de satélites ahora nos permite identificar regiones que han ido experimentando pérdidas sostenidas de hielo durante más de una década”, afirma Pippa Whitehouse, investigadora de la Universidad de Durham.
La siguiente pieza del rompecabezas es entender los procesos que impulsan este cambio. “Para ello, debemos seguir observando de cerca la capa de hielo, pero también debemos mirar hacia atrás en el tiempo y tratar de comprender cómo respondió a los pasados cambios climáticos”, añade Whitehouse. Otros cuatro estudios publicados en el mismo número de la revista Nature han analizado diferentes épocas del continente helado.
Referencias bibliográficas:
“Mass balance of the Antarctic Ice Sheet from 1992 to 2017”
https://www.nature.com/articles/s41586-018-0179-y
“Antarctic and global climate history viewed from ice cores”
https://www.nature.com/articles/s41586-018-0179-y
“The global influence of localized dynamics in the Southern Ocean”
https://www.nature.com/articles/s41586-018-0179-y
“Trends and connections across the Antarctic cryosphere”
https://www.nature.com/articles/s41586-018-0179-y
“Choosing the future of Antarctica”
https://www.nature.com/articles/s41586-018-0179-y