Este año la ESA seleccionará al fabricante de la nave, que se lanzará en 2031 y comenzará a operar en 2035 en el gemelo de la Tierra. Allí estudiará desde su núcleo a la atmósfera exterior, brindando nuevos datos sobre la historia, actividad geológica y el clima de este inhóspito planeta. El Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) y la Universidad del País Vasco participan en uno de sus instrumentos.
La Agencia Espacial Europea (ESA) aprobó el 25 de enero la construcción e implementación de EnVision, una misión espacial cuyo objetivo es responder muchas de las preguntas actualmente abiertas sobre el planeta Venus.
A lo largo de este año, el proyecto seleccionará un contratista industrial europeo para comenzar los trabajos de construcción de los instrumentos y de la propia nave espacial.
La misión estudiará Venus desde su núcleo interno hasta su atmósfera superior y proporcionará datos fundamentales sobre su actividad volcánica y su clima, aspectos claves para entender cómo y cuándo este planeta considerado gemelo de la Tierra se volvió tan inhóspito.
El lanzamiento de EnVision está previsto para 2031 en un cohete Ariane 6 y a principios de 2035 comenzará sus operaciones científicas.
A pesar de ser el primer planeta visitado por una sonda espacial allá en los años 60 del siglo pasado, Venus sigue siendo uno de los planetas con más interrogantes de todo el sistema solar. Una de estas cuestiones principales reside en entender cómo fue la evolución de este planeta para que, a pesar de formarse en unas condiciones similares a la Tierra, haya evolucionado de una manera tan radicalmente diferente.
“Cuando hablamos de Venus, hay más preguntas abiertas que respuestas. No sabemos cómo han evolucionado la superficie y el interior del planeta, si Venus hoy en día es activo geológicamente y tectónicamente, o si ha sido activo en los últimos mil millones de años, cómo se formó su atmósfera y cómo ha evolucionado su clima en consecuencias de los procesos geológicos”, afirma Luisa Lara, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), centro que participa en uno de los instrumentos de la misión.
“Averiguar qué le pasó a Venus durante su evolución para que se convirtiera en un planeta inhóspito tal como es hoy en día es solo uno de los objetivos científicos de EnVision”, matiza Gabriella Gilli, otra de las investigadoras del IAA, “y será la primera misión en investigar simultáneamente la historia, la actividad y el clima de Venus”.
EnVision será la primera misión en investigar a la vez la historia, la actividad y el clima de Venus
Aunque la atmósfera de Venus, con sus nubes de ácido sulfúrico impenetrables a la luz visible, no permite una visión directa de la superficie del planeta, existen métodos indirectos para estudiarla. Esto se consigue, por un lado, con un radar, que penetra las nubes como lo hacen los aviones en la Tierra, y, por otro, con determinadas longitudes de onda, especialmente en el infrarrojo cercano, observando a través de las llamadas ventanas atmosféricas.
Objetivos de EnVision en la superficie de Venus. / ESA
Para lograr esto, la misión de la ESA en colaboración con NASA llevará a bordo seis instrumentos que estudiarán desde su núcleo interno hasta su superficie y su atmósfera por encima de la capa de nubes, hasta unos 100 km de altura.
La contribución del Instituto de Astrofísica de Andalucía en la misión EnVision se centra en el instrumento VenSpec, formado por tres espectrómetros (U, H y M) para observar en longitudes de onda desde el visible hasta infrarrojo cercano.
En concreto, VenSpec-U permitirá analizar la atmósfera del planeta por encima de su capa de nubes y VenSpec-H, un espectrógrafo de alta resolución, medirá las capas atmosféricas más próximas a la superficie del planeta, tanto los posibles gases volcánicos y su variabilidad como los aerosoles que componen las nubes de Venus. Por último, VenSpec-M será capaz de estimar la radiación térmica y las propiedades espectrales de la propia superficie del planeta.
“No es posible comprender la superficie de Venus sin entender también su atmósfera. VenSpec nos permitirá establecer bien dicha interrelación” explica Lara, “por ejemplo, VenSpec-M podrá descubrir una erupción volcánica activa en la superficie de Venus al detectar lava caliente, mientras VenSpec-H determina simultáneamente la cantidad de vapor de agua liberada por el volcán a la superficie y VenSpec-U registra la distribución de dióxido de azufre en la atmósfera alta como firma de esta erupción volcánica”.
El espectrógrafo VenSpec-M podrá descubrir una erupción volcánica activa en la superficie de Venus al detectar lava caliente
Instrumento VenSpec-M. / P.I. Jörn Helbert, DLR, Germany
Toda la suite VenSpec está siendo gestionada y coordinada por el Instituto de Ciencias Planetarias del DLR (Centro Alemán Aeroespacial) en Berlín. Investigadores de la Universidad del País Vasco también forman parte de los equipos científicos de VenSpec U y H.
“Con EnVision se abre una nueva y prometedora etapa en la investigación de Venus, cuya atmósfera es un laboratorio natural para comprender mejor el efecto invernadero y cómo podría llegar a ser la evolución de nuestro planeta en el futuro”, destaca Gilli.
Concepción artística de la misión EnVision. / ESA
El Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) contribuye tanto en el desarrollo tecnológico como en el retorno científico de la misión EnVision, a través de Lara y Gilli, junto al investigador Aurelien Stolzenbach.
En concreto, este centro es responsable del módulo de suministro de potencia de VenSpec-U y VenSpec-H; así como del diseño y desarrollo de la unidad central de control (CCU) de los tres canales (U, H y M). Su equipo responsable del desarrollo tecnológico está conformado por Fernando Álvarez, José M. Castro, Fernando Girela, Jaime Jiménez, Ignacio Martín-Navajas y Álvaro Mazuecos.