El jueves continuaban activos una treintena de fuegos en la península itálica, donde varias familias han visto sus casas destruidas. Por su parte, Grecia informa que han sido 594 los incendios registrados durante los últimos diez días en su territorio.
Italia y Grecia son los países más afectados, en cuanto a superficie quemada, por los incendios que se registran en las postrimerías de este mes de julio a varios países mediterráneos, tanto del sur de Europa como del norte de África.
En Italia, lo peor sigue estando en la isla de Sicilia, donde los dos últimos días han ardido 700 hectáreas de área boscosa en 338 incendios, que dejan daños por valor de 60 millones de euros, según una primera estimación de la Protección Civil local. A estos que hay que añadirles otros 200 millones más, cuantificados por el sector agrícola, coincidiendo con la ola de calor que dejó temperaturas por encima de 45 grados.
Ayer continuaban activos una treintena de fuegos, si bien la situación ha mejorado en la provincia de Messina, mientras que en Mandanici se encuentra “bajo control”. No obstante, varias familias han visto sus casas destruidas, hectáreas de patrimonio forestal resultaron quemadas y los sistemas de alumbrado, telefonía y red de agua han sido dañados por las llamas.
En Palermo, también continúan los incendios y desde este jueves han estado sobrevolando las avionetas de lucha contra el fuego sobre la zona boscosa de Altofonte. En tanto, el valle del Fico arde desde hace dos días, pero los bomberos aseguran que al menos este fuego está controlado.
En la misma provincia, las llamas no perdonaron el parque Arqueológico de Segestan, cuyos alrededores quedaron calcinados, aunque afortunadamente, no llegaron a dañar el templo griego y el teatro.
Grecia es el otro país del sur de Europa más afectado hasta ahora, durante este verano, con grandes fuegos en todo su territorio y nuevos focos en el interior del país, mientras las llamas en las islas de Rodas, Corfú y Eubea continúan fuera de control.
El frente que más preocupa en estos momentos a las autoridades es el que comenzó este miércoles a cinco kilómetros al oeste de Volos, en Grecia central, pues amenaza la zona industrial de esta ciudad de 150 000 habitantes: durante la pasada madrugada fue preciso evacuar, al menos, nueve pueblos costeros.
Según el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vasilis Kikilias, un total de 594 incendios se han sufrido en Grecia durante los últimos diez días y, además de los daños a la propiedad y al medioambiente, han dejado hasta ahora cinco víctimas mortales.
En Rodas, ya han ardido unas 16 000 hectáreas de bosque, varias viviendas han quedado calcinadas y un número de animales no cuantificado ha muerto, mientras 19 000 personas (7 000 de ellas, turistas) tuvieron que ser evacuadas.
En Eubea, se reavivó la noche del miércoles un gran frente en torno al pueblo costero de Caristo, mientras que en Corfú, en el noroeste de Grecia, otro gran incendio forestal continúa fuera de control.
España también enfrenta varios incendios este mes de julio aunque, hasta el momento, no han alcanzado los devastadores niveles del año pasado: uno de los últimos en ser extinguido en la península ha sido el de Santa Colomba de Curueño (León) en la mañana del jueves; mientras que en el archipiélago canario ha quedado estabilizado el que fue declarado el martes en la cumbre de Gran Canaria.
No obstante, los equipos de extinción trabajan contra la reactivación del fuego que se declaró en la isla de La Palma el pasado 15 de julio y que vuelve a arder en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en una zona de difícil acceso.
En el norte de África, las autoridades de Argelia confirmaron el control de todos los fuegos que afectaron especialmente a la región de Cabilia y que arrojan un balance de 34 muertos y más de 300 heridos.
Y en Túnez, este jueves, la Unidad Militar de Emergencias (UME) española ha dado por controlado el último foco activo. En efecto, la UME, junto con dos aviones apagafuegos del Ejército del Aire de España, participaron en la extinción de las llamas en la provincia tunecina de Tabarka.
Este país norafricano registra, desde el lunes, 14 focos en ocho regiones con al menos una víctima mortal. Allí, el bosque de Malloula es la zona más castigada debido a su ubicación, frente al mar, en una zona expuesta a los fuertes vientos y las altas temperaturas que han superado los 50 grados en varios puntos del territorio.