Los tumores hematológicos, como leucemias, mielomas y linfomas, que suponen un 10% del total de cánceres, podrían tener a partir del 2016 un tratamiento adicional a la quimioterapia. Este tratamiento estaría basado en la inyección al paciente de células denominadas células “asesinas” o células NK, del inglés “natural killer”, que ocasionarían el rechazo del tumor.
Dentro de cinco años las personas que padecen leucemia, miloma y linfoma, los tres tipos de cáncer hematológicos existentes, podrían tener un arma eficaz para combatirlos.
Los tumores hematológicos, como leucemias, mielomas y linfomas, que suponen un 10% del total de cánceres, podrían tener a partir del 2016 un tratamiento adicional a la quimioterapia. Este tratamiento estaría basado en la inyección al paciente de células denominadas células “asesinas” o células NK, del inglés “natural killer”, que ocasionarían el rechazo del tumor.
Este es el trabajo científico coordinado desde el grupo de investigación “Apoptosis, inmunidad y cáncer”, reconocido de excelencia científica por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón.
Hace una semana se hizo público que Alberto Anel, miembro de este grupo de investigación del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Zaragoza y el científico Ricardo Ibarra, director del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA), habían sido seleccionados para dirigir dos proyectos europeos, con una financiación total de 3 millones de euros, dentro de la convocatoria del Programa para el Desarrollo del Sudoeste de Europa (SUDOE).
De ahí que sean buenos tiempos para la investigación emprendida en 2006 por este grupo de la Universidad de Zaragoza, con la colaboración del español Martín Villalba, ahora en el Instituto de Investigación en Bioterapia de Montpellier. Este estudio ha dado un giro de 180 grados, al contar ahora con una financiación total de un millón de euros y la organización de un equipo de trabajo internacional coordinado por Alberto Anel, compuesto por expertos en células NK, química de la coordinación e inmunoterapia de un total de seis centros españoles y franceses: Universidad de Zaragoza, IIB, Universidad Pompeu Fabra (Miguel López-Botet), Hospital Puerta del Hierro (Carlos Vilches), CNRS de Toulouse (Anne Marie Caminade) y los hospitales franceses de Nimes y Montpellier (Jean François Rossi). En el estudio participarán activamente otros investigadores del grupo de Zaragoza, como Julián Pardo, Isabel Marzo y Javier Naval.
“Nuevos protocolos de inmunoterapia: Producción de células NK activadas para su utilización clínica (CliNK)”. Así es cómo se llama este proyecto europeo que es un ejemplo de cooperación científica, que tiene como fin el desarrollo de protocolos para activar estas células asesinas “in vitro”. Anteriormente la activación de estas células se había realizado con experimentación animal, con ratones. “Ahora esta aplicación terapéutica da un salto más y se realizarán con humanos.
El procedimiento que seguiremos será estimular las células NK humanas in vitro y posteriormente se inyectarán a pacientes”, explica el científico Alberto Anel, que asegura que para este proceso ”funcionan mejor las células de otros personas que las del propio paciente, porque las células NK propias no suelen atacar a las células propias”, detalla este científico.
Pero antes de inyectarlas o proceder al tratamiento que precisan los pacientes con tumores hematológicos, algo que puede ser una realidad dentro de unos cinco años como estima este científico aragonés, hay que activar esas células asesinas. Para esa estimulación, “cultivaremos las células NK junto con células tumorales a las que les habremos quitado previamente la expresión de un gen”, puntualiza Alberto Anel.
Este científico remarca en todo momento la importante contribución de científicos de este equipo internacional para lograr este resultado final, conformando posibles colaboraciones como el desarrollo de polímeros que activen las células NK o la utilización de factores de crecimiento que activen estas células “asesinas”.
En la actualidad dos de los hospitales que forman parte de este consorcio, Nimes y Montpellier, son algunos de los centros hospitalarios donde ya se utilizan células para el tratamiento de inmunoterapia del cáncer, pero el proyecto CLiNK va más allá, al centrarse en activarlas, logrando así mayor cantidad de células y con mayor eficacia para acabar con los tumores hematológicos.
Este es el trabajo científico de un proyecto europeo coordinado desde el grupo de investigación aragonés “Apoptosis, inmunidad y cáncer”, reconocido de excelencia científica por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, que ha obtenido, para llevarlo a cabo, 1 millón de euros en la convocatoria del Programa para el Desarrollo del Sudoeste de Europa (SUDOE).