Identificado un nuevo factor implicado en la migración celular

Investigadores del Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa" (CSIC-UAM) han identificado un nuevo factor implicado en migración celular que podría ser diana terapéutica en el tratamiento de ciertos tipos de tumores.

Identificado un nuevo factor implicado en la migración celular
Figura: Esquema en el que se puede apreciar que GRK2 es un organizador clave de los complejos multimoleculares implicados en migración celular

La capacidad de locomoción de las células hacia determinados estímulos precisa de cambios profundos y dinámicos en la morfología celular y en la adherencia de las células al medio físico externo. Muchos de estos estímulos atrayentes activan en la membrana celular unas moléculas llamadas “receptores acoplados a proteínas G” o más conocidas como GPCRs. Estas moléculas emiten señales intracelulares que modifican el esqueleto celular de la actina (proteína globular), y permiten, así, la extensión del cuerpo celular en la dirección de la fuente del estímulo, y la retracción en el extremo opuesto (polarización). Las GPCRs también provocan una disminución en la estabilidad de las estructuras de anclaje de la célula al medio extracelular. Estas estructuras se organizan en torno a otros receptores de membrana denominados "integrinas", que reconocen distintos componentes del medio extracelular. Se sabe que una correcta regulación y coordinación de ambas familias de receptores, GPCRs e integrinas, garantiza una migración controlada de las células. Por el contrario, una deficiente regulación o integración de los mismos causa migraciones patológicas asociadas a cáncer, inflamación crónica o alteraciones vasculares, lo cual pone de manifiesto la importancia de identificar y conocer mejor los factores que modulan la señalización de estos receptores y su interrelación funcional.

La denominada proteína quinasa GRK2 es un regulador bien conocido de numerosos GPCRs a la que tradicionalmente se le ha asignado una función de “freno” en su señalización. Sin embargo, ahora un trabajo codirigido por Petronila Penela Márquez, investigadora Ramón y Cajal, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) y Federico Mayor Menéndez, catedrático de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid, pone de manifiesto que la proteina GRK2 potencia la migración de células epiteliales inducida por el llamado factor soluble esfingosina-1-fosfato (un potente estímulo pro-migratorio aumentado en cáncer de mama y otros tumores sólidos), participando positivamente en la señalización de sus receptores acoplados a proteínas G, denominados S1P1/S1P3.

El trabajo, que se ha publicado en la prestigiosa revista The EMBO Journal, también ha demostrado que la interacción de la proteína GRK2 con otro factor denominado GIT1 (un importante modulador del esqueleto celular o citoesqueleto) es necesaria para que estos receptores activen adecuadamente una cascada de señales, la cual es clave en la regulación del esqueleto celular de actina y la adhesión celular.

En definitiva, estos resultados sugieren la posibilidad de que en determinadas situaciones la expresión aumentada de GRK2 pueda contribuir a aumentar la capacidad de migración invasiva de células tumorales, lo cual señalaría a esta proteína quinasa como posible diana terapéutica para el tratamiento de ciertos tipos de tumores.

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Referencia bibliográfica:

Penela Marquez, Petronila; Mayor Menéndez, Federico et al., EMBO J. 27, 1206-1218 (2008).

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid
Derechos: Creative Commons
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