Las fuerzas generadas por el citoesqueleto de las células activan una proteína responsable de la migración celular. Estos resultados amplían los conocimientos sobre cómo se produce el movimiento de las células tumorales durante la metástasis.
Investigadores del instituto IRB Barcelona han comprobado que la proteína E-Cadherina, asociada a la adhesión de células para formar tejidos, también es necesaria para que diversas células puedan migrar en grupo. Esta nueva función podría aclarar por qué los tumores en los que aparecen niveles medios de esta proteína suelen ser más agresivos.
Investigadores de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han estudiado el proceso de migración celular colectiva en el que las células realizan movimientos sincronizados en una dirección particular. Sorprendentemente, los investigadores descubrieron que estos movimientos son parecidos al juego del pilla-pilla.
Sin fuerzas físicas no hay movimiento, y sin movimiento no hay vida. Si las células fueran inmóviles, no podrían formar órganos o reparar heridas. Pero, ¿cómo se desplazan los grupos celulares durante procesos biológicos tan diversos como el desarrollo, la metástasis o la regeneración de tejidos? Todos los intentos por responder a esta pregunta han sido indirectos hasta ahora. Pero un artículo publicado esta semana en el Nature Physics, que tiene como primer autor el investigador Ramon y Cajal del Departamento de Ciencias Fisiológicas I Xavier Trepat, aporta por primera vez una respuesta experimental a una cuestión debatida por la ciencia desde principios del siglo XX.
Investigadores del Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa" (CSIC-UAM) han identificado un nuevo factor implicado en migración celular que podría ser diana terapéutica en el tratamiento de ciertos tipos de tumores.