En los años ’80, investigadores españoles hallaron en España los primeros fósiles de Cloudina, un pequeño fósil de aspecto tubular y uno de los primeros animales que desarrolló un esqueleto externo hace entre 550 y 543 millones de años. Ahora paleontólogos de la Universidad de Extremadura han descubierto una nueva especie, Cloudina carinata, cuyo fósil ha preservado su forma tridimensional.
“Cloudina carinata se caracteriza por su elaborada ornamentación y complejidad de las conchas y del tubo que éstas forman al encajarse”, describe a SINC Iván Cortijo, autor principal e investigador en el Área de Paleontología de la Universidad de Extremadura.
El estudio, que se ha publicado recientemente en Precambrian Research, describe varios ejemplares de la nueva especie. Estos fósiles muestran evidencias de reproducción asexual, hasta ahora “sólo descritas en ejemplares chinos de Cloudina”, y suponen “uno de los más antiguos ejemplos de reproducción en animales del registro fósil”, asegura el investigador extremeño.
Los fósiles se han hallado en el yacimiento de El Membrillar (Badajoz), uno de los pocos yacimientos de Europa donde se encuentran restos de Cloudina. “Los ejemplares presentan una conservación excepcional, aparecen preservados en tres dimensiones, y muestran su forma original y numerosos detalles de las conchas”, apunta Cortijo.
Ejemplos de reproducción asexual de Cloudina carinata.
El hallazgo de nuevas especies de Cloudina es importante “para entender la evolución temprana de los animales”, afirma Cortijo, quien añade que “su importancia para entender el origen de los esqueletos es indiscutible”. A pesar de que su relación con otros grupos de animales es incierta, Cloudina se ha comparado con cnidarios (medusas y corales) y anélidos (gusanos marinos poliquetos, lombrices de tierra y sanguijuelas).
Según el equipo de investigación, el estudio de fósiles del Ediacárico (entre hace 630 y 540 millones de años) y de otros fósiles del Cámbrico inferior (hace 540 millones de años) desvela el camino seguido por la evolución en un momento crucial de la historia de la vida, cuando aparecieron los primeros animales. Esta primera radiación evolutiva de los animales llegó a su culmen en la llamada “gran explosión cámbrica” o “Big-Bang de la evolución”.
En busca de Cloudina
En los años ’70 se descubrieron por primera vez ejemplares de Cloudina en Namibia y más tarde se hallaron en Omán, sur de China y sureste de EE UU. Según los científicos, es un fósil indicativo del Ediacárico terminal, que marca el final del eón Proterozoico, y da paso al Fanerozoico, donde comienza la gran radiación de animales.
En España Cloudina se descubrió en los ‘80 de la mano de Teodoro Palacios, director del grupo de investigación Paleontología y Estratigrafía del Neoproterozoico y Paleozoico de la Universidad de Extremadura.
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Referencia bibliográfica:
Cortijo, I.; Marti Mus, M.; Jensen, S.: Palacios, T. “A new species of Cloudina from the terminal Ediacaran of Spain” Precambrian Research 176(1-4): 1-10 enero de 2010.
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