En sus primeras migraciones fuera de África, el Homo sapiens pasó también por Arabia Saudí antes de continuar su viaje. Así lo revela el hallazgo de un dedo fósil de unos 90.000 años que representa el hueso de humano moderno más antiguo descubierto fuera de África y el Corredor Levantino. El estudio sitúa además la península arábiga, que estaba cubierta por pastizales, en una posición clave para comprender nuestros orígenes y la expansión hacia el resto del mundo.
Las migraciones del Homo sapiens son más complejas de lo que pensábamos. Tanto las fechas del inicio de su periplo alrededor del mundo como los caminos que emprendieron nuestros ancestros quedan rebatidas con cada uno de los fósiles que se van encontrado. Hasta ahora se pensaba que el éxodo humano fuera de África se produjo hace entre 130.000 y 90.000 años, y que alcanzaron Eurasia hace unos 60.000 años.
Esta hipótesis ya quedó en entredicho con el hallazgo de un fragmento de mandíbula de hace entre 200.000 y 175.000 años en la cueva de Mislyia en Israel, lo que adelantaba en unos 60.000 la salida de África de los humanos modernos.
Ahora, el descubrimiento en Arabia Saudí de un fósil de humano moderno, el más antiguo de Asia con unos 90.000 años de antigüedad, apoya la hipótesis de que las primeras migraciones fuera de África tuvieron una extensión geográfica mayor de lo que se pensaba.
“Tradicionalmente, se creía que los humanos modernos migraron de África en una única ola y se movieron a través de Eurasia rápidamente hace 60.000 años. En cambio, creemos que hubo muchas oportunidades para que los cazadores-recolectores emigraran fuera de África durante diversos períodos de tiempo”, señala a Sinc Michael Petraglia, investigador en el Max Planck Institute for the Science of Human History (Alemania) y autor principal del estudio que publica Nature Ecology & Evolution.
El equipo de investigación, en el que ha participado el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha descubierto una falange de unos 3 cm en el yacimiento de Al Wusta, un antiguo lago de agua dulce ubicado en lo que hoy es el desierto de Nefud.
“La datación del dedo se ha realizado con el método de series del uranio y el resultado de 90.000 años lo convierte en el fósil de Homo sapiens más antiguo datado directamente fuera de África y del Corredor Levantino [la franja entre el Mediterráneo, Israel, Jordania y Siria]”, explica Mathieu Duval, investigador en el Centro de Investigación Australiano para la Evolución Humana de la Universidad de Griffith (Australia), quien ha realizado la datación por resonancia paramagnética electrónica en los laboratorios del CENIEH.
Antes de este descubrimiento, las hipótesis apuntaban que las primeras dispersiones en Eurasia no tuvieron éxito y se limitaron a los bosques del Mediterráneo oriental, a las puertas de África. Sin embargo, el hallazgo en Al Wusta muestra que hubo dispersiones múltiples fuera de África y estas se extendieron más allá de lo que se sabía antes.
“La teoría de la salida de África en su planteamiento original se ha quedado obsoleta. Homo sapiens está fuera de África y el Levante desde hace más de 80.000 años. Ahora queremos conocer las rutas, las razones de su viaje y cuál fue el destino de los primeros exploradores de nuestra especie”, comenta María Martinón Torres, directora del CENIEH.
Yacimiento de Al Wusta en el desierto de Nefud. / Klint Janulis
Una región húmeda y rica
Según los investigadores, hasta ahora la península arábiga no formaba parte de la historia de la salida de África del humano moderno. “La mayoría de las teorías sugerían que los humanos se movieron hacia el norte, el Levante o el sur, usando las costas del océano Índico para migrar hacia Australia. El fósil de Al Wusta muestra convincentemente que ninguno de los modelos es correcto”, zanja el antropólogo.
Los Homo sapiens en realidad también emplearon una ruta terrestre cuando emigraron hacia el interior de Arabia y el resto de Asia. Hace unos 90.000 años, las migraciones coincidieron con un periodo húmedo en el que predominaron los ríos y lagos en esa región. Así, la península arábiga debió ser una zona de pastizales con muchos animales para cazar y con un gran suministro de agua fresca potable.
“Los humanos emigraron de África a Arabia, probablemente siguiendo y cazando mamíferos, como ganado salvaje y gacelas, mientras se desplazaban”, explica a Sinc Petraglia. En el yacimiento los científicos también hallaron animales de la misma antigüedad, incluidos los de hipopótamo y diminutos caracoles de agua dulce, así como abundantes herramientas de piedra hechas por humanos.
De hecho, el dedo, que perteneció a un Homo sapiens adulto, tenía una leve malformación en el hueso, provocada seguramente por el estrés mecánico ejercido en su mano para fabricar herramientas de piedra. “Estos utensilios son una reminiscencia de las realizadas por el Homo sapiens en África, por lo que se establece una estrecha conexión entre África y Arabia”, concluye el experto.
Referencia bibliográfica:
Groucutt, H.S., Rainer Grün, Iyad S.A. Zalmout, Nick A. Drake, Simon J. Armitage, Ian Candy, Richard Clark-Wilson, Julien Louys, Paul S. Breeze, M. Duval, Laura T. Buck, Tracy L. Kivell, Emma Pomeroy, Nicholas B. Stephens, Jay T. Stock, Mathew Stewart, Gilbert J. Price, Leslie Kinsley, Wing Wai Sung, Abdullah Alsharekh, Abdulaziz Al-Omari, Muhammad Zahir, Abdullah M. Memesh, Ammar J. Abdulshakoor, Abdu M. Al-Masari, Ahmed A. Bahameem, Khaled S.M. Al Murayyi, Badr Zahrani, Eleanor M.L. Scerri & Michael D. Petraglia. “Homo sapiens in Arabia by 85,000 years ago”. Nature Ecology & Evolution 9 de abril de 2018 DOI: 10.1038/s41559-018-0518-2.