Un equipo internacional de investigadores ha descrito el mecanismo celular que interviene en la formación de tejidos epiteliales, las capas celulares que recubren el organismo y que constituyen el 60% de las células del cuerpo humano. El trabajo podría contribuir al hallazgo de posibles dianas terapéuticas contra el cáncer.
El mecanismo celular que interviene en la formación de tejidos epiteliales, que constituyen el 60% de las células del cuerpo humano, provoca que los epitelios adquieran durante el desarrollo embrionario polaridad celular, o lo que es lo mismo, “identidad funcional”.
Así lo indica un nuevo estudio, realizado por un equipo de expertos, entre los que se encuentran investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que sugiere que este mecanismo podría intervenir en la formación de tumores.
Los epitelios adquieren polaridad celular con la formación de dos regiones muy diferenciadas que ejercen funciones distintas: una membrana celular apical, que los separa del exterior, y una membrana basal, que los conecta con los vasos sanguíneos y la matriz extracelular subyacente. La mayor parte de los tumores con peor diagnóstico se originan en estos tejidos.
“El 80% de los cánceres fatales proceden de carcinomas (tumores de origen epitelial). Precisamente, una de las características más importantes para la progresión tumoral es la pérdida de la polaridad celular de las células epiteliales”, explica Fernando Martín-Belmonte, uno de los autores que trabaja en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, un centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid.
En el trabajo, que publica la revista Nature Cell Biology, los científicos apuntan que este hallazgo supone “un aporte fundamental” en la búsqueda de posibles dianas terapéuticas contra el cáncer.
Cómo funciona la maquinaria
Los investigadores han logrado identificar los oncogenes Rab8 y Rab11 y las proteínas del exocisto (un complejo proteico implicado en la fusión y en la secreción) como componentes esenciales de la maquinaria para la formación de la membrana apical de los epitelios y el lumen (interior de los tubos epiteliales).
Según los autores, esta ruta controla la activación del la GTPasa monomérica Cdc42, un regulador esencial de la polaridad celular conservado evolutivamente desde las levaduras hasta los humanos. Rab8 y Rab11 pertenecen a la familia de GTPasas monoméricas relacionadas con el oncogén Ras, implicado en la ploriferación de tumores, y funcionan como interruptores moleculares que regulan el transporte vesicular en las células eucariotas.
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Referencia bibliográfica:
David M. Bryant, Anirban Datta, Alejo E. Rodríguez-Fraticelli, Johan Peränen, Fernando Martín-Belmonte y Keith E. Mostov. “A molecular network for de novo generation of the apical surface and lumen”. Nature Cell Biology (2010) 12:1-14.