El departamento de Pintura (Pintura-Restauración) de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid ha desarrollado un práctico diseño de escalpelo que mejora considerablemente el resultado de las tareas de conservación-restauración de obras de arte.
En las últimas décadas, la sensibilización sobre la importancia de salvaguardar y conservar nuestro Patrimonio ha crecido considerablemente. Y no es extraño, considerando que España es uno de los destinos más ricos e interesantes en cuanto a su Patrimonio, recibiendo anualmente una cifra de turistas extranjeros de corte cultural que supera los 7 millones. Los conservadores y restauradores se ocupan de evitar los deterioros sobre estas obras, salvaguardándolos y aplicando los tratamientos de restauración necesarios para prevenir o curar los daños ya sufridos.
Este otoño se celebran dos de las citas más importantes para todas aquellas personas interesadas en la conservación del Patrimonio: AR&PA 2010, la VII Bienal de Restauración y Gestión del Patrimonio (Valladolid, 11 al 14 de Noviembre) y FIRPA, la Feria Internacional de Restauración del Patrimonio (Granada, 12-14 de Noviembre). En estas ferias tienen cabida las entidades y empresas relacionadas con este campo y es también punto de encuentro para presentar los proyectos de conservación-restauración llevados a cabo, así como nuevas tecnologías e instrumental diseñados para la conservación y restauración de Bienes Culturales.
Una de las fases más relevantes de la restauración de obras de arte es su reintegración, cuyo objetivo fundamental consiste en recuperar la unidad y legibilidad de la obra, volviendo a integrar aquellas faltas o lagunas que distorsionan la lectura de la misma. Esta fase de la restauración incluye los trabajos de estucado y de reintegración cromática. La fase de estucado comporta, a su vez, la aplicación del estuco sobre las faltas volumétricas (mientras dicho estuco se encuentra en estado fluido), el secado o endurecimiento del estuco y su posterior nivelado (también llamado enrasado o desestucado). Esta fase es necesaria ya que habitualmente, tras su aplicación, el estuco excede los contornos de la laguna (ocultando pintura original) y los supera en cuanto a altura, alterando su reintegración en el conjunto y dificultando la posterior reintegración cromática o procedimiento de selección y aplicación del color.
Entre los instrumentos más usados actualmente para la etapa de nivelado del estuco se encuentran los escalpelos, las lijas, gamuzas humedecidas, tapones planos de corcho, lijas de agua, trozos de madera de abeto o cola de caballo, etc. De entre todos ellos, el bisturí o escalpelo es el instrumento más habitualmente empleado para este fin por su gran versatilidad ya que permite su utilización con estucos de diferente composición y dureza y cuyo empleo puede adaptarse a las diferentes tipologías de laguna.
Sin embargo, el escalpelo o bisturí que se usa actualmente para la restauración de obras de arte es, en realidad, un bisturí de uso quirúrgico y, como tal, sólo está concebido con el fin de hacer incisiones precisas, y no para nivelar superficies de cierta dureza. Además, el diseño específico del mango del escalpelo impide que la hoja cortante se desplace en sentido paralelo a la superficie de la obra de arte, requisito éste fundamental para adaptar el nivel del estuco endurecido a la superficie original circundante de la obra de arte evitando así incisiones diagonales que provocarían surcos y exceso de rebaje.
El departamento de Pintura (Pintura-Restauración) de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid ha desarrollado un práctico diseño de escalpelo cuya diferencia fundamental respecto a los escalpelos actualmente comercializados estriba en el mango. El nuevo escalpelo presenta un mango con codo, a diferencia del mango plano que incluyen los escalpelos que se han estado utilizando hasta el momento. Este diseño permite trabajar de forma que la hoja cortante se desplace en una dirección prácticamente paralela a la superficie de la obra de arte. Este nuevo escalpelo proporciona dos ventajas fundamentales frente a los escalpelos usados hasta ahora. En primer lugar, y respecto al nivelado del estuco, se facilita el correcto enrasado de la superficie del mismo con la superficie original adyacente, obteniéndose así superficies de estuco más planas y regulares, evitando la aparición de surcos. En segundo lugar, y respecto a las limpiezas mecánicas, el nuevo escalpelo proporciona mayor seguridad para la obra de arte, evitando posibles daños o roturas.
La Universidad Complutense de Madrid ha presentado recientemente una solicitud de patente española para proteger esta invención.
Actualmente el Museo Nacional del Prado ofrece en su página web varios ejemplos comparativos del antes y el después en la restauración de obras de artistas tan célebres como Rubens.