El ganado afectado por el virus de la fiebre aftosa (VFA) se vuelve infeccioso medio día después de la aparición de los signos clínicos y el riesgo de contagio es de solo 1,7 días, la mitad de lo que se creía. Así lo revela un estudio británico que ayudaría también a reducir el número de exterminios de animales, una de las medidas aplicadas para detener la propagación de la enfermedad.
“Es el primer trabajo que define cuándo el ganado con la enfermedad de la fiebre aftosa puede transmitir el virus a otro rebaño y en el que se demuestra que los animales no son infecciosos a pesar de que el virus esté presente en la sangre, en las secreciones nasales o en la garganta”, explica a SINC Bryan Charleston, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto de Salud Animal de Reino Unido.
El estudio, que se publica en Science, determina los períodos de incubación y de infección de la fiebre aftosa a animales sanos. Los investigadores pusieron en contacto 28 vacas sanas con una vaca infectada durante ocho horas y observaron que ocho de ellas se contagiaron.
Según los científicos, las vacas con el virus de la fiebre aftosa (VFA) se vuelven infecciosas medio día después de que aparezcan los signos clínicos de la enfermedad, y el riesgo de infección se prolonga durante 1,7 días. Después de este periodo, el sistema inmunológico entra en acción y limita la duplicación del virus.
“Este primer análisis para una infección viral grave sugiere que los controles del nivel de infección que se usan deben replantearse”, señala Charleston. El exterminio de animales es una de las medidas aplicadas para detener su propagación. Por ello, según el investigador, “la detección temprana de los síntomas clínicos es importante para establecer nuevos métodos de control, aislar a los animales infectados y evitar la expansión del virus a otros rebaños”.
Descubrir el origen del virus
El experimento británico abre una nueva puerta al control de enfermedades infecciosas. Sin embargo, Charleston cree que deben realizarse “estudios más detallados para determinar la naturaleza del virus infeccioso y conocer cómo la vacunación puede influenciar su transmisión”. En la actualidad, el equipo desarrolla tests en granjas para detectar pequeñas cantidades del genoma del VFA.
Hacer análisis similares al del VFA con otras enfermedades virales graves, como el virus de la gripe, es otra de las sugerencias del investigador: “El cerdo es un buen modelo de huésped natural para estudiar la transmisión de la gripe y analizar las cantidades de virus producido y los síntomas clínicos”.
Una enfermedad de alto coste
El VFA es un virus muy contagioso que infecta a reses y a otros animales de ganado, y que genera lesiones en la lengua y patas, fiebre y secreción nasal. Esta enfermedad causa grandes pérdidas en el comercio global de ganado cada año: los países con VFA invierten mucho dinero en vacunar a sus animales y, para evitar su propagación, los granjeros exterminan parte del rebaño.
Reino Unido sufrió la mayor epidemia de VFA en 2001: se mataron millones de animales y se perdieron miles de millones de libras antes de que se llegase a controlar la enfermedad.
---------------------------------------
Referencia bibliográfica:
Bryan Charleston, Bartlomies M. Bankowski, Simon Gubbins, Margo E. Chase-Topping, David Schley, Richard Howey, Paul V. Barnett, Debi Gibson, Nicholas D. Juleff, Mark E. J. Woolhouse. “Relationship Between Clinical Signs and Transmission of an Infectious Disease and the Implications for Control”. Science, Vol. 332, 6 de mayo de 2011. DOI: 10.1126/science.1199884