Cuando se aproximaba el período de hibernación el oso de las cavernas era muy carnívoro. Así lo revela un nuevo estudio, dirigido por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y que ha analizado fósicles del yacimiento de Cova del Toll en Barcelona. El animal, que desapareció hace unos 25.000 años, tenía en general una dieta dominada por vegetales, pero era capaz de adoptar hábitos muy carnívoros en ciertos periodos.
El oso de las cavernas (Ursus spelaeus) es una especie de úrsido que ocupó gran parte de Europa desde el inicio del Pleistoceno Superior, hace unos 100.000 años. Su desaparición, hace unos 25.000 años, ha sido objeto de debate por la comunidad científica durante décadas.
Un estudio realizado sobre fósiles encontrados en el yacimiento de la Cova del Toll (Moià, Barcelona) –uno de los yacimientos con mayor número de restos recuperados de esta especie– ha puesto de manifiesto un rasgo singular del comportamiento alimentario de este animal: a pesar de tener una dieta dominada por vegetales cuando se aproximaba el período de hibernación era capaz de adoptar hábitos alimenticios muy carnívoros. El estudio se ha publicado en la revista Scientific Reports.
Estas conclusiones se han obtenido de la aplicación de dos métodos distintos sobre los restos de úrsidos fósiles: el análisis de isotopos estables y el microdesgaste dental. Estos análisis pueden aportar información directa e individualizada de los animales investigados y su combinatoria ofrece la posibilidad de realizar reconstituciones muy precisas sobre diferentes momentos de la vida de los animales estudiados.
Por un lado, los valores isotópicos de ciertos elementos químicos (carbono y nitrógeno) localizados en el colágeno (componente principal de la fracción orgánica del hueso) informa de la dieta que tuvo el animal la mayor parte de su vida. Por otra parte, con el estudio de las marcas halladas en el esmalte dental se puede saber la alimentación que tuvo las últimas semanas antes de morir.
El estudio, dirigido por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y que ha contado con participación internacional, pone de relieve la importancia de combinar técnicas que abarquen diferentes resoluciones temporales para reconstituir la ecología de una especie animal extinta. Estas técnicas son imprescindibles para conocer los hábitos alimentarios y sus potenciales cambios estacionales, como en el caso del menú del oso de las cavernas a lo largo del año, uno de los fenómenos paleontológicos con mayor interés.
Excavaciones en las Coves del Toll, en Moià (Barcelona), en una imagen de archivo. / IPHES
Referencia bibliográfica
Ramírez-Pedraza, I. et al. (2019). “Microwear and isotopic analyses on cave bear remains from Toll Cave reveal both short-term and long-term dietary habits” Scientific Reports 9, 5716. https://doi.org/10.1038/s41598-019-42152-7.