Un equipo español de científicos ha descrito las características paleobiológicas de los osos de las cavernas que cohabitaron con Homo erectus en el yacimiento georgiano de Dmanisi, datado con una antigüedad de 1,8 millones de años. La investigación que ha analizado una mandíbula de oso revela un solapamiento en las dietas de ambas especies.
Cuando se aproximaba el período de hibernación el oso de las cavernas era muy carnívoro. Así lo revela un nuevo estudio, dirigido por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y que ha analizado fósicles del yacimiento de Cova del Toll en Barcelona. El animal, que desapareció hace unos 25.000 años, tenía en general una dieta dominada por vegetales, pero era capaz de adoptar hábitos muy carnívoros en ciertos periodos.
Un estudio realizado por paleontólogos de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) demuestra que el oso de las cavernas (Ursus spelaeus) era una especie carroñera, que comía restos de sus congéneres. Esto implicaría que la dieta de la especie no era totalmente herbívora, como se creía, sino omnívora, según los resultados del trabajo desarrollado por el grupo de investigación Aragosaurus y que acaban de publicarse en la revista científica Lethaia.
Al comparar la morfología craneodental de las especies de osos modernos con dos especies ya extinguidas, investigadores de la Universidad de Málaga han descubierto que los plantígrados desaparecidos no eran tan diferentes de los actuales. El oso de las cavernas, reputado como un gran herbívoro de los carnívoros, era en realidad más omnívoro de lo que se pensaba; el oso de cara corta, hipercarnívoro, también comía vegetales en función de la disponibilidad. El trabajo aporta pistas clave sobre la evolución de los nichos de carnívoros durante el periodo glaciar.