La principal conclusión del estudio que ha realizado un equipo de investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) es que la forma de jugar al fútbol ha cambiado tan poco en los últimos mundiales que hoy no seríamos capaces de diferenciar un partido de Francia ’98 y otro de Alemania ’06 basándonos en la acción del juego.
Han cambiado las estrellas, el balón y los campeones, pero la acción de juego prácticamente no ha variado en los últimos tres mundiales de fútbol, según se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad del País Vasco y publicado en la revista Psycothema. “Nuestro trabajo aporta un pronóstico de cómo se jugará al balompié en el próximo Mundial de Sudáfrica 2010”, anticipa a SINC Julen Castellano, uno de los autores de la investigación.
El trabajo analiza la evolución del fútbol a lo largo de los mundiales y recoge hasta 48 contextos producidos en cinco zonas del terreno de juego, así como siete resultados momentáneos. Estos científicos del deporte confirman ahora que el fútbol se basa en un modelo lineal, generalizable a la población universo y, sobre todo, que en su esencia ha permanecido inmutable durante los últimos 3 mundiales: Francia 1998, Japón-Corea 2002 y Alemania 2006.
Para Castellano, éste es el resultado de diez años de investigación en torno a una misma línea: “describir, explicar y, con el tiempo, predecir cómo se da la acción de juego en el fútbol”. El investigador, cuya tesis trató sobre el Mundial del ’98, ha elaborado junto a Abigail Perea y Antonio Hernández una retrospectiva basada en la observación, codificación y registro de la acción de juego: “A partir de una lente observacional hemos pretendido que quede reflejada toda la información relevante sobre la interacción motriz desplegada entre los dos equipos que se enfrentan”.
El fútbol como sistema dinámico
El análisis aborda los llamados “contextos de interacción”, es decir, la ubicación del balón en relación con la de los jugadores de los dos equipos. Este concepto permite valorar el equilibrio-desequilibrio entre los jugadores de los equipos, que configuran ‘sistemas dinámicos en interacción’.
Castellano puntualiza a SINC: “Hemos realizado diferentes análisis, tanto en el plano más descriptivo -patrones de juego- como en el plano de inferencias -análisis de varianza y generalizabilidad- aunque en este artículo solo quedan reflejados de manera explícita los segundos”.
En este trabajo, cada partido de fútbol fue descompuesto y organizado por los investigadores, según siete niveles que dependían del resultado: 1) cuando el equipo va ganando, le marcan un gol y empata momentáneamente, 2) cuando va ganando y acaba ganando, 3) cuando va perdiendo, marca un gol y empata 4) cuando va perdiendo y pierden el partido, 5) cuando va empatando, marca un gol y gana, 6) cuando va empatando, le marcan un gol y pierde y 7) cuando el equipo va empatando y acaba empatado.
La principal conclusión es que la forma en que equipos han jugado ha permanecido invariable a lo largo de los tres mundiales analizados. “Hoy no seríamos capaces de distinguir el juego propuesto por los equipos desde el mundial de Francia ’98 hasta el de Alemania ’06”, aseguran los investigadores.
Además, no parece que en próximas citas internacionales vayan a producirse cambios significativos en la forma de jugar. Según Castellano, “si hiciéramos nuevos registros en mundiales estos serían similares, a no ser que los cambios en reglas importantes del reglamento modifiquen las conductas que jugadores y equipos toman durante el desarrollo del juego”.
Referencia bibliográfica:
Castellano Paulis, Julen. Perea Rodríguez, Abigail. Hernández Mendo, Antonio.
“Análisis de la evolución del fútbol a través de los mundiales”. Psycothema, ISSN 0214-9915, vol. 20 nº4, 2008, páginas 928-932.
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