El Consejo de Seguridad Nuclear ha emitido esta semana un informe favorable, aunque con condiciones, a la instalación del 'almacén temporal centralizado' de residuos radiactivos de alta actividad en el municipio conquense de Villar de Cañas. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo tendría ahora que autorizarlo, pero el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la ampliación de la zona de protección ambiental del entorno e invalida este emplazamiento para la instalación nuclear.
El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acordó este lunes informar favorablemente y remitir al Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur) el informe preceptivo y vinculante, “con límites y condiciones”, para la autorización previa de la instalación nuclear de Almacenamiento Temporal Centralizado (ATC) de combustible nuclear gastado y residuos radioactivos de alta actividad.
La ubicación de la instalación nuclear está prevista que sea en el municipio de Villar de Cañas (Cuenca), aunque corresponde al Minetur otorgar la correspondiente autorización administrativa una vez que le haya llegado el informe del CSN. En principio, sería un almacén nuclear con tecnología y funcionamiento parecido a otros que existen en el mundo, especialmente al de la localidad holandesa de Borssele.
De momento, la obtención de la autorización previa faculta al titular, en este caso a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), para iniciar las obras de infraestructura preliminares externas, por ejemplo las vías de acceso, a la zona donde se ubicarán los principales edificios del ATC, y para continuar con el largo proceso reglamentario de la autorización de construcción de la instalación.
La evaluación del CSN concluye que, de acuerdo al Sexto Plan General de Residuos Radiactivos, el objetivo del almacenamiento temporal del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos de alta y media actividad está justificado, y que las necesidades a cubrir quedan argumentadas.
Desde el punto de vista de la seguridad, la idoneidad se refiere a las características del terreno y el diseño de las barreras de ingeniería habituales en el mundo nuclear. En este ámbito, “la evaluación técnica realizada constata que el emplazamiento propuesto no presenta fenómenos excluyentes”, señala el informe.
Pero del análisis normativo se deriva que las características del emplazamiento “principalmente en relación con aspectos geológico-geotécnico, hidrogeológico y de estabilidad del terreno, condicionan el diseño del ATC, y los fenómenos asociados a las características del terreno recomiendan complementar la seguridad intrínseca del diseño”.
Además, para garantizar las condiciones de seguridad nuclear y protección radiológica a lo largo de la vida de la instalación (desde el inicio de las actividades de excavación), el CSN requiere el seguimiento de las condiciones y fenómenos del emplazamiento –mediante la aplicación de planes de medidas complementarias, compensatorias y de vigilancia– y emitirá otro informe especificando los límites y condiciones.
Un giro inesperado por la laguna de las grullas
Pero en la misma semana en la que el CSN ha emitido su informe favorable a la ubicación del ATC en Villar de Cañas, cuyo ayuntamiento gobernado por el PP también está completamente a favor, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la ampliación de la zona de protección ambiental del entorno de la instalación, lo que invalida su emplazamiento en esta localidad.
El Consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha anunciado el inicio del procedimiento, aprobado este martes en el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, para la ampliación del Espacio Red Natura. En concreto, de la Reserva Natural de la Laguna del Hito, “el humedal preferido de la grulla común”, según la web de turismo de esta comunidad.
Reserva Natural de la Laguna del Hito. / Turismo de Castilla-La Mancha
La Laguna del Hito es una zona de especial protección de aves y, con esta decisión del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha se procederá a su ampliación, pasando de abarcar 1.000 hectáreas actuales a unas 25.000, en un espacio ya reconocido por la Comisión Europea para la protección de aves y avalado por las Comisiones de Justicia europeas y el Tribunal Supremo.
Martínez Arroyo ha explicado que “a partir de este momento y una vez iniciado el procedimiento, hay que respetar la normativa vigente que establece que en el proceso de elaboración de un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, no se podrán realizar actos en esa superficie que supongan una transformación sensible de la realidad física o biológica del entorno”.
Esto supone que “el Ministerio de Industria, para realizar el informe de emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado, tiene que tener en consideración el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha”. Por lo tanto, “no sería posible, en esas circunstancias, continuar con el proceso de construcción del almacén nuclear en la provincia de Cuenca”, según detalló el consejero.
Respecto a la importancia ornitológica de la zona, subrayó que "fundamentalmente se trata de aves migratorias, sobre todo las grullas, y de aves esteparias, principalmente, la avutarda y el sisón”. Y añade: “Vamos a facilitar un plano identificativo del territorio en el que existen humedales artificiales que hay que preservar en ese entorno de esas 25.000 hectáreas, en el que existen aves acuáticas de especial importancia y especies piscícolas muy relevantes en el río Záncara”.
En todo caso, ha concluido que “la protección principal debe dirigirse a las aves migratorias y esteparias que necesitan de un espacio mayor que las actuales mil hectáreas”. Es una petición de más de 50 entidades entre organizaciones ecologistas, organizaciones agrarias y ayuntamientos, entre otros, englobados en la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca.
El consejero ha transmitido la oferta de diálogo del presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al Ministerio de Industria, “para trabajar en común y buscar una solución”, aunque, de momento, el conflicto continúa.