En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.
La metodología diseñada por la Universidad de Murcia y el CSIC identifica las regiones donde el sol y el viento ofrecen, conjuntamente, menos fluctuaciones en la producción de energía. A través de la sistema Climax se pueden planificar el emplazamiento y uso compartido de estas renovables para aumentar la estabilidad del suministro.
Representantes de 16 países han aprobado levantar en la localidad granadina de Escúzar una instalación donde se probarán algunos materiales de los futuros reactores de fusión. Según la ministra Diana Morant, se trata de “la mayor inversión para una infraestructura internacional de ciencia en España”.
Inspirándose en la función fotosintética de las plantas, un consorcio europeo liderado desde el Instituto Catalán de Investigación Química ha desarrollado un dispositivo que convierte dióxido de carbono, agua y luz solar en combustibles sostenibles, de una forma eficiente y barata. El próximo paso es demostrar su viabilidad industrial.
El equipo de las universidades Politécnica de Madrid y de Castilla-La Mancha indica en un estudio que este biocombustible emite un 55 % menos de hollín, lo que supondría “un prometedor avance en la reducción de emisiones tanto en aviación como en automoción”.
Este jueves se firmará en Zagreb un memorando entre los gobiernos de España y Croacia para impulsar que cerca de Granada se construya IFMIF-DONES, una instalación para desarrollar los materiales que se emplearán en los futuros reactores de fusión nuclear, como el ITER.
El Organismo Internacional de Energía Atómica ha perdido el contacto con los sistemas de datos de la central ucraniana de Chernóbil, que, aunque lleva cerrada desde el año 2000, se ha quedado sin suministro eléctrico por la presencia de las fuerzas rusas. Esto viola la garantía de un aporte constante de energía a este tipo de instalaciones y es motivo de preocupación por la seguridad del material nuclear almacenado dentro.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, el personal que opera las centrales nucleares debe desempeñar su trabajo y tomar las decisiones sin presiones, y también tiene que haber una comunicación fiable. Ninguno de los dos puntos se cumple en la central de Zaporiyia tras su ocupación por las fuerzas rusas.
El consorcio español ha finalizado con éxito la construcción del target, o rueda central de la infraestructura, sobre la que chocarán los átomos y donde se generarán los neutrones, que serán clave para las aplicaciones que se desarrollarán en esta gran instalación científica europea.