El Golfo de Bizkaia, un buen entorno alimenticio para las larvas de anchoa, sardina y chicharro

Una tesis doctoral presentada en la UPV/EHU analiza el estado nutricional de las larvas de anchoa, sardina y chicharro, así como sus estrategias de crecimiento. Sus conclusiones apuntan a que el Golfo de Bizkaia constituye un buen entorno alimenticio para estas especies.

El Golfo de Bizkaia, un buen entorno alimenticio para las larvas de anchoa, sardina y chicharro
Estibaliz Díaz recogiendo las muestras.

La anchoa, la sardina y el chicharro son tres especies de gran interés comercial para la flota pesquera vasca. Sin embargo, las tres especies han sufrido grandes fluctuaciones en sus capturas durante las últimas décadas, llegándose en algunos casos a mínimos históricos. Esta variabilidad en las capturas genera una gran incertidumbre a la hora de aplicar una correcta gestión pesquera. Dicha irregularidad se debe, en parte, a la elevada mortalidad de las larvas de anchoa, sardina y chicharro, que provocan que un menor número de individuos llegue a la fase adulta.

La depredación y la disponibilidad de alimento son los factores más determinantes de la mortalidad en las larvas y, por esa razón, son el objeto de estudio de la tesis doctoral que Estíbaliz Díaz Silvestre ha presentado en la UPV/EHU: Condition and biochemical composition of three pelagic larvae in the bay of Biscay (Condición y composición bioquímica de tres larvas pelágicas en el Golfo de Bizkaia). Una investigación dirigida por los doctores Fernando Villate Guinea y Jesus Mari Txurruka Argarate, del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Facultad de Ciencia y Tecnología. La Dra. Díaz es licenciada en Biología y actualmente trabaja como investigadora en la fundación AZTI-Tecnalia. Además de esta fundación, en el proyecto en que se basó la tesis participaron el CSIC de Barcelona, el Instituto Español de Oceanografía y la Universidad de Vigo.

Esta investigación parte de la hipótesis general de que las larvas mejor alimentadas crecen más y, por tanto, sufren menos riesgo de depredación y desnutrición. Sin embargo, el metabolismo de las larvas de los peces deberá lograr un equilibrio entre la energía que destina a crecer y huir de los depredadores y la creación de reservas para hacer frente a periodos en los que éstas son necesarias, tales como el invierno, o la metamorfosis. Así, la Dra. Díaz estudia, por un lado, el entorno y el estado nutricional de las larvas durante la época de reproducción de la anchoa, la sardina y el chicharro y, por el otro, las diferentes estrategias de crecimiento que adopta cada especie de cara a lograr el mencionado equilibrio.

Larvas bien alimentadas

La investigación de la Dra. Díaz se ha llevado a cabo a partir de seis muestreos (mayo, junio y julio de 2000; y abril, mayo y junio de 2001) realizados frente a la ciudad de San Sebastián. Su primer objetivo es describir el entorno nutricional en el que habitan las larvas de peces durante la época de máxima reproducción y, para ello, se basa en la composición bioquímica del seston (las partículas de las que se alimentan las larvas). La hipótesis inicial apunta a que el entorno nutricional de la costa vasca es lo suficientemente rico como para permitir la supervivencia de las larvas de anchoa, sardina y chicharro, y los resultados del periodo estudiado coinciden con esa afirmación.

Además de la cantidad y calidad de los alimentos que están a disposición de las larvas, la Dra. Díaz ha analizado su estado nutricional. Para ello, se ha basado en el índice ARN/ADN, que tiene en cuenta la cantidad de ARN presente en las células con relación al ADN. Su conclusión es que la condición nutricional de las tres especies estudiadas es buena, lo cual coincide con los estudios previos, que detectaban una escasez de larvas con signos de inanición.

Diferentes estrategias de crecimiento

Desde el inicio de su desarrollo, las proteínas son el componente mayoritario de las larvas de anchoa, sardina y chicharro, seguidas de los lípidos y los carbohidratos. Sin embargo, los patrones temporales de acumulación de esas sustancias son diferentes en el caso de las dos primeras especies, que pertenecen al grupo de los clupeidos, y en el chicharro: en las primeras, los porcentajes de proteínas y ARN crecen hasta alcanzar un techo, mientras que los porcentajes de lípidos y carbohidratos descienden hasta llegar a un mínimo específico en cada especie. Por el contrario, el chicharro muestra unos porcentajes muy variables en sus primeras etapas, que se estabilizan en las fases más avanzadas, alcanzando valores similares a los de las otras especies.

Según la Dra. Díaz, estas diferencias en la composición bioquímica de las especies pueden deberse a las distintas estrategias de crecimiento adoptadas por cada una de ellas. Y es que la anchoa y la sardina, al ser larvas de morfología anguiliforme (alargada) necesitan crecer más rápido que el chicharro, por lo que su metabolismo se dedica a acumular proteínas en forma de músculo. La larva del chicharro, en cambio, es de tipo renacuajo; nada mejor que una larva de clupeido del mismo tamaño —lo que le permite huir de los depredadores con mayor facilidad— y posee una boca mayor, por lo que puede capturar más presas, y más grandes.

Las conclusiones de esta tesis doctoral presentada en la UPV/EHU afirman que, aunque inicialmente ambos grupos acumulen los nutrientes en proporciones diferentes, finalmente, tanto la anchoa y la sardina como el chicharro coinciden en una misma composición bioquímica. La Dra. Díaz cree que si se estudiaran otras especies de larvas, dichas proporciones no diferirían mucho de las encontradas en su estudio, ya que los patrones de crecimiento y desarrollo siguen las rigurosas reglas dictadas por la selección natural, y la composición bioquímica de las larvas tan sólo supone una variación sobre esos patrones.

La Dra. Díaz también afirma que sería recomendable medir los cambios en la composición bioquímica de la anchoa, la sardina y el chicharro en otros lugares y con condiciones ambientales distintas, con el fin de confirmar la existencia de dos estrategias de crecimiento diferentes en los dos grupos morfológicos estudiados.

Más información: www.basqueresearch.com

Fuente: UPV/EHU
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