Rafael Maldonado y sus colaboradores de la Unidad de Neurofarmacología del CEXS-UPF, hanrealizado dos revisiones que ilustran la complejidad y la variedad de los mecanismos de acción implicados en estos sistemas, reflejando en sus estudios cómo este conocimiento puede repercutir en la identificación de dianas farmacológicas para el tratamiento de enfermedades complejas. Así el sistema cannabinoide endógeno se encuentra íntimamente implicado en la actualidad en una de las pandemias más devastadoras de los países desarrollados: la obesidad, un factor de riesgo primordial para los problemas cardiometabólicos que lleva asociados.
Tanto los cannabinoides externos, como los derivados de la Cannabis sativa –marihuana y hachís-, como los producidos directamente dentro de los propios organismos (o endógenos) activan, como mínimo, dos tipos diferentes de receptores que han podido ser identificados y clonados, el CB1 y el CB2. Estos receptores se manifiestan en el sistema nervioso central y en los tejidos periféricos. Dichos receptores, CB1 i CB2, tanto si reciben estímulos a través de sustancias internas o bien externas al organismo, son los responsables de diversos efectos farmacológicos y fisiológicos en el cuerpo humano.
Además, tanto el sistema endógeno cannabionoide como el sistema endógeno opioide, dos importantes sistemas en los que se encuentran implicadas sustancias psicoactivas, se manifiestan en el sistema nervioso central.
La valoración de las interacciones recíprocas existentes en el sistema nervioso central entre los efectos de las sustancias cannabinoides y las opiáceas ha sido siempre algo difícil de reflejar. Sin embargo, los últimos avances en este campo a los que Maldonado hace referencia en su artículo publicado en Addiction Biology , están en relación, en lo referente a los mecanismos implicados en la adicción , con el estudio de la modulación cruzada que tiene lugar en los efectos de una y otra sustancia psicoactiva.
Estos mecanismos que se desarrollan a partir de la adicción, como el ansia por la ingesta de la sustancia psicoactiva y la posible recaída en la adicción, podrían tener un importante componente individual de tipo neurobiológico. Estudios de carácter anatómico, bioquímico y molecular, ponen de manifiesto que existen similitudes entre estas sustancias psicoactivas en lo relativo a la distribución de sus receptores en el cerebro y en las funciones en las que se ven implicadas, principalmente en procesos vitales como son el aprendizaje y la memoria.
Nuevas perspectivas terapéuticas
El descubrimiento del sistema endocannabinoide ha permitido mejorar el conocimiento de diferentes procesos fisiológicos y ha abierto nuevas perspectivas terapéuticas de gran interés. Éste ha sido el tema desarrollado por Rafael Maldonado en un segundo artículo publicado en Medicina Clínica.
En condiciones normales, la activación transitoria del sistema cannabinoide endógeno tiene como objetivo primordial acumular energía dentro del organismo en situaciones de carencia energética. Sin embargo, cuando esta activación no se interrumpe y se vuelve permanente, se convierte en un cúmulo innecesario de energía.
La hiperactividad del sistema cannabionoide endógeno ha sido comprobada en animales de laboratorio con obesidad genética y adquirida, también en personas obesas y con diabetes de tipo 2. Esta hiperactividad comporta una acción en el sistema nervioso central que por un lado favorece la sensación de hambre y la ingesta de alimentos, y por el otro, a nivel periférico, favorece la acumulación de energía a través de mecanismos independientes de la ingestión de alimentos. La consecuencia de todo ello es el aumento de la ingesta alimentaria, el correspondiente aumento de peso corporal, la acumulación de grasa corporal y la aparición de alteraciones del metabolismo lipídico (grasas) y de los hidratos de carbono (azúcares).
El notable incremento que ha experimentado la obesidad en los últimos años ha empezado a tenerse en consideración por ser un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. La investigación biomédica llevada a cabo en estos últimos años ha realizado ensayos clínicos para testar la efectividad de nuevos tipos de de fármacos capaces de bloquear la acción de los receptores cannabinoides del tipo CB1 y, al mismo tiempo, poner de manifiesto el beneficio que comporta este bloqueo para el control de los factores de riesgo cardiometabólico.