Expertas del Programa de Cría en Cautividad del Lince Ibérico y del Leibniz-Institute for Zoo and Wildlife Research (en Berlín, Alemania) han validado un test de embarazo a partir de muestras de orina y plasma para detectar hembras de lince en estado de gestación. A través de esta técnica, que viene a complementar la más utilizada como el análisis de hormonas en heces, las investigadoras han podido conocer de forma más fiable la detección química de la hormona relaxina, producida por la placenta y ovarios de todos los mamíferos de forma natural durante el embarazo.
Para Astrid Vargas, directora del Programa de Cría y responsable del Centro de Cría de El Acebuche (en el Parque de Doñana, Huelva), los procedimientos anteriores no seguían un patrón común en estos félidos, "por lo que quisimos comprobar si la orina podía ser utilizada como medio alternativo y más fiable para el diagnóstico".
La importancia del trabajo desarrollado por Astrid Vargas y Katarina Jewgenow radica en haber diseñado los "métodos exactos" para la toma de muestras de orina y plasma, y haber definido el momento adecuado para realizar el análisis.El perfeccionamiento de este test de embarazo supone una nueva aportación de herramientas adecuadas para asegurar que los medios puestos en marcha para la cría en cautividad de este felino ibérico único sean más efectivos.
"En colaboración con nuestras compañeras del Instituto Alemán hemos podido desarrollar el método para la toma de muestras de sangre, que es el más complicado, al tiempo que hemos diseñado unos recipientes adecuados para la recogida, tanto de sangre como de orina de las hembras", aclara Astrid Vargas. Las investigadoras del Instituto para Investigación de Vida Silvestre (IZW, Berlín) son todo un referente mundial en reproducción del lince boreal.
Un "vampiro" natural
Para la obtención de las muestras, los investigadores han trabajado con un colaborador especial: un insecto hemófago de la especie dipetalogaster (triatóminos), que facilita enormemente la toma de muestras de sangre y con ello, de plasma. Ha sido necesario adaptar unos corchos en cuyo interior se realizan unos agujeros donde se introducen los triatóminos sin posibilidad de escape. De este modo, mientras los linces duermen, este tipo de chinches pican a los felinos y posteriormente se extrae la sangre del abdomen del insecto.
Respecto a la toma de muestras de orina, además del diseño de recipientes adecuados para su recogida, se han madurado las técnicas de tratamiento de la misma para poder identificar la relaxina. En orina, el nivel de la hormona es muy bajo y es necesario aplicar ultrafiltración a las muestras para poder detectarla, el grupo de investigadoras ha desarrollado todo el proceso adecuado para filtrar la orina manteniendo la presencia de relaxina.
Se cree que la relaxina está destinada a relajar muscularmente la región abdominal durante el embarazo, pero a la hora del parto su nivel disminuye ya que es necesario que los músculos tengan adecuada movilidad para contraerse y dilatarse. De este modo es necesario identificar aquellos momentos de la gestación en los que la presencia de relaxina es adecuada para el análisis. Así se ha constatado que la máxima concentración de esta hormona placentaria en orina es entre los días 36 y 45 de gestación, y su presencia en plasma es máxima entre los días 32 y 57.
"Hemos afinado mucho esta técnica de detección del embarazo, pero aún tenemos que avanzar en el método para contrastar aquellos falsos negativos que muchas veces obtenemos", indica Vargas, haciendo énfasis en la necesidad de encontrar otras técnicas con las que asegurar que la ausencia de relaxina es constatable.
Plan de recuperación
Las últimas cifras disponibles sobre la conservación del lince ibérico datan de diciembre de 2008. Según datos de Medio Ambiente, Andalucía cuenta por primera vez con una cifra superior a los 200 ejemplares de lince ibérico en libertad, su mejor situación desde 2001. La población de Sierra Morena ha sido la más beneficiada con el nacimiento de 62 cachorros y un total de 163 ejemplares censados. Por su parte, la población lincera de la comarca de Doñana, con una estimación de 46 individuos, se encuentra mucho más dispersa que la de Sierra Morena.
Asimismo, el programa de cría cuenta con dos centros especializados en la cría del lince ibérico: el Acebuche en Doñana y la Olivilla en Jaén, a la vez que un centro asociado en el Zoo de Jerez. El total de la población cautiva suma 58 ejemplares, 24 de ellos nacidos en cautividad. Según la titular de Medio Ambiente, Cinta Castillo, los buenos resultados obtenidos hasta la fecha en Sierra Morena "han permitido la adopción de medidas históricas, como la traslocación de ejemplares liberados en zonas estratégicas de Doñana".