Un equipo de científicos españoles ha identificado el primer caso de SARS-CoV-2 en una nutria de río euroasiática, localizada cerca de un embalse en la Comunidad Valenciana. Los investigadores, que atribuyen el contagio al probable contacto con aguas residuales contaminadas, insisten en la necesidad de establecer un sistema de vigilancia de este coronavirus en mustélidos silvestres, dado que podrían convertirse en reservorios del virus.
Investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, el Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han detectado el primer caso de SARS-CoV-2 en una nutria de río europea. Se trata de un ejemplar de nutria de río euroasiática (Lutra lutra), cuyos restos se encontraron cerca de un embalse en la Comunidad Valenciana.
El hallazgo supone el primer caso de detección del virus en esta especie salvaje a nivel mundial, y acaba de publicarse en la revista científica internacional Frontiers in Veterinary Science. La detección del virus se realizó mediante dos tipos de pruebas PCR diferentes en ARN extraído de la nasofaringe del animal mediante hisopo y del tejido pulmonar y de ganglios linfáticos mediastínicos.
Según explica Consuelo Rubio, investigadora principal del Grupo en Virología Molecular de la CEU UCH y coautora del trabajo, “en la secuenciación del virus, descubrimos cambios que ya habían sido identificados en muestras de pacientes humanos, lo que apunta al origen humano del virus detectado en esta nutria silvestre, aunque su combinación específica era distinta. El contagio podría haberse producido por contacto con aguas residuales contaminadas con el virus presentes en la zona fluvial habitada por la nutria”.
En la investigación se analizaron muestras procedentes de restos de otras dos nutrias halladas en zonas distantes, que resultaron negativos.
Este equipo integrado por investigadores de la CEU UCH, el IBV-CSIC y la UAB también detectó en mayo del año pasado dos casos positivos de coronavirus SARS-CoV-2 en visones americanos silvestres, en dos ríos de la provincia de Castellón. Estos fueron los primeros casos en Europa del virus en animales silvestres, que no habían estado en contacto directo con personas infectadas.
Ya entonces, en el artículo publicado en la revista Animals, los investigadores plantearon el posible origen del contagio por contacto de estos animales de vida acuática con aguas residuales contaminadas en áreas fluviales.
“Distintas especies animales han estado involucradas en los tres brotes de síndrome respiratorio agudo causados por otros coronavirus en epidemias anteriores en 2005, 2012 y 2019. Pero en relación con la pandemia de SARS-CoV-2, nuestros hallazgos en ejemplares tanto de visones como de nutria ponen de relieve la necesidad es establecer un sistema de vigilancia de este coronavirus en mustélidos silvestres”, comenta Rubio.
“Esto permitiría evaluar el riesgo de que estos animales puedan convertirse en reservorios del SARS-CoV-2, dando lugar a nuevas mutaciones del virus que puedan volver a contagiar a humanos o a otras especies silvestres en caso de contacto con mustélidos contagiados”, concluye.
Referencia:
“The finding of the severe acute respiratory syndrome coronavirus (SARS-CoV-2) in a wild Eurasian river otter (Lutra lutra) highlights the need for viral surveillance in wild mustelids”. Frontiers in Veterinary Science. DOI: https://doi.org/10.3389/fvets.2022.826991