Un equipo de investigadores ha analizado un brote "altamente patógeno" de esta enfermedad infecciosa que se detectó en visones americanos a finales del pasado año en Galicia. Según sus resultados, las aves silvestres han podido desempeñar un papel importante en la introducción del virus en la granja.
Un equipo de científicos españoles ha identificado el primer caso de SARS-CoV-2 en una nutria de río euroasiática, localizada cerca de un embalse en la Comunidad Valenciana. Los investigadores, que atribuyen el contagio al probable contacto con aguas residuales contaminadas, insisten en la necesidad de establecer un sistema de vigilancia de este coronavirus en mustélidos silvestres, dado que podrían convertirse en reservorios del virus.
Los dos visones americanos, capturados en ríos de la provincia de Castellón, constituyen la primera detección del virus en animales salvajes en Europa, ya que no procedían de granjas peleteras próximas. La causa más probable de contagio podría ser el contacto de estos mamíferos con aguas residuales contaminadas en las áreas fluviales donde habitan, según apunta un estudio.
Ante los casos de covid-19 en granjas de visones de toda Europa, un equipo de científicos ha elaborado, a petición de la Comisión Europea, una serie de recomendaciones para evitar la propagación del virus entre animales y humanos en estas explotaciones. El veterinario Alessandro Broglia, uno de los autores del informe y experto en Salud Animal de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), considera que estas medidas también son válidas para otros animales domésticos como hurones y gatos.
En los alrededores de una granja de visiones americanos infectados por SARS-CoV-2, un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto un ejemplar salvaje de visón americano que también ha dado positivo. Aunque no hay evidencia de que el virus esté circulando en la fauna silvestre, este mustélido parece ser el primer animal salvaje en contraer covid-19.
No estamos seguros. Sí, ha leído bien: no lo sabemos con certeza. Todos los datos disponibles hasta la fecha apuntan a que los animales domésticos han sido, como en otras ocasiones, víctimas colaterales y anecdóticas por ahora de esta crisis sanitaria. A perros, gatos y grandes felinos se unen visones, susceptibles al virus, y que podrían haber infectado a un trabajador de una granja. Pero faltan muchos datos para confirmarlo.