Perteneciente al género Phalacrocarpum de angiospermas endémico de la Península, esta planta había permanecido oculta en las colecciones científicas a la espera de ser descrita. Los científicos del Real Jardín Botánico de Madrid desvelan ahora esta nueva especie que habita en las sierras calizas de la provincia de Burgos, Álava y La Rioja.
Las especies de plantas que se describen como nuevas suelen permanecer ocultas a la ciencia en la naturaleza debido a su tamaño pequeño y vida efímera (como ha ocurrido con Gyrocarium oppositifolium) o a su escasez, a veces unida a su mimetismo, como en los casos de Gadoria falukei y Pseudomisopates rivasmartinezii.
Sin embargo, otras ya están registradas y almacenadas en colecciones científicas, pero no se las reconoce como nuevas porque aparentemente no se distinguen a simple vista y los científicos carecen de información genética. A estas últimas se les llama especies crípticas.
Phalacrocarpum es un género de angiospermas endémico de la península ibérica, uno de los 27 reconocidos en la obra Flora Ibérica que se distribuye por el cuadrante noroccidental. En el libro se reconocía una sola especie con tres subespecies, pero en un par de regiones existía cierta incertidumbre taxonómica. Por eso los botánicos se han marcado como objetivo resolver esta incógnita.
En un estudio, publicado en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution, un equipo de investigadores del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) de Madrid utilizó varios marcadores moleculares (secuencias de ADN de regiones nucleares y plastidiales, así como un estudio preliminar de marcadores SNPs distribuidos por todo el genoma), y logró desvelar la existencia de una especie críptica, que habita en las sierras calizas de la provincia de Burgos, Álava y La Rioja.
“Está muy diferenciada genéticamente no solo de la subespecie en la cual se creía incluida, sino también del resto de poblaciones muestreadas de todo el género”, señala Gonzalo Nieto Feliner. “Además de esta especie críptica, el estudio ha descubierto la existencia de procesos de hibridación que explican la incertidumbre taxonómica que motivó la investigación”, añade.
En el Valle de Sanabria se ha identificado una zona híbrida, resultado del contacto de dos subespecies (hoffmannseggii y anomalum), que genera poblaciones híbridas con una gama amplia de variación en caracteres morfológicos y genéticos.
En las sierras orensanas paralelas a la frontera con Portugal y zonas limítrofes de este país, se deduce ―con algo más de incertidumbre― una hibridación más antigua moldeada por otros procesos posteriores motivados por los cambios climáticos durante el Cuaternario, probablemente incluyendo fragmentación de áreas y deriva genética.
Para entender la distribución de la especie críptica, los investigadores del RJB-CSIC contaron con la colaboración y las colecciones científicas de Juan A. Alejandre, gran conocedor de la flora de esta región quien, además, proporcionó material vivo. También lo hizo Luis Marín Padellano.
El interés de estos resultados preliminares ha impulsado a este equipo a preparar un proyecto más ambicioso para profundizar en los pormenores de estos procesos. “Esto va en la línea de comprender mejor los factores que posibilitan los cambios evolutivos en plantas en el Mediterráneo y, en último término, la diversidad actual de plantas”, concluye Nieto Feliner.
Referencia:
David Criado Ruiz et al. “Hybridization and cryptic speciation in the Iberian endemic plant genus Phalacrocarpum (Asteraceae-Anthemideae)”. Molecular Phylogenetics and Evolution DOI: https://doi.org/10.1016/j.ympev.2020.107024