El gorila oriental, el gorila occidental, el orangután de Borneo y el orangután de Sumatra se encuentran a un paso de la extinción, mientras que el chimpancé y el bonobo también corren grave peligro, según la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN publicada ayer en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebra en Hawái. El gorila oriental, que es una de las especies más cercanas al ser humano, está en estado crítico por la caza ilegal.
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) visibiliza la situación crítica de cuatro de las seis especies de grandes simios que existen en el mundo. Según la última actualización presentada ayer en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se está celebrando en Hawái, cuatro de cada seis especies de estos carismáticos animales se encuentran en peligro crítico de extinción.
“Cuatro de los seis grandes simios –el gorila oriental, el gorila occidental, el orangután de Borneo y el orangután de Sumatra– están ahora clasificados en la categoría ‘en peligro crítico’, mientras que el chimpancé y el bonobo se hallan en la categoría ‘en peligro”, explica la UICN en un comunicado.
El gorila oriental (Gorilla beringei) ha pasado de la categoría “en peligro” a “en peligro crítico” a raíz de una devastadora reducción de su población, que asciende a más del 70% en 20 años. Su población se estima en menos de 5.000 individuos. El gorila oriental de planicie (G. b. graueri), una de las dos subespecies del gorila oriental, perdió el 77% de su población desde 1994: de 16.900 individuos pasó a solo 3.800 en 2015.
“Es realmente preocupante ver al gorila oriental –una de las especies más cercanas al ser humano– encaminarse a la extinción”, comentó Inger Andersen, Directora General de la UICN.
“Vivimos en una época de grandes cambios y cada actualización de la Lista Roja de la UICN nos muestra que la crisis global de la extinción avanza a gran velocidad. Las acciones de conservación dan resultados y cada vez tenemos más evidencias y pruebas de que es así. Nuestra responsabilidad es intensificar nuestros esfuerzos con el fin de revertir la tendencia y salvaguardar el futuro de nuestro planeta”, añade.
Si bien está prohibido matar o capturar grandes simios, la caza representa la mayor amenaza para el gorila oriental de planicie. En cambio, la otra subespecie del gorila oriental, el gorila de montaña (G. b. beringei), se encuentra en una mejor situación, con un aumento de su población, que actualmente suma unos 880 individuos.
La supervivencia de las cebras también está amenazada
La UICN también informa sobre el declive de la cebra de llanura (Equus quagga) debido a la caza ilegal, y las amenazas crecientes de extinción a las que está expuesta la flora de Hawái como consecuencia de las especies invasoras. De las 415 especies de plantas endémicas de Hawái evaluadas para esta actualización, 38 están clasificadas como extintas y otras cuatro extintas en estado silvestre, es decir, que solo existen en cultivo.
“La cebra, con una población abundante y de amplia cobertura, pasa de la categoría ‘preocupación menor’ a ‘casi amenazada’. La población se redujo en un 24% en los últimos 14 años, pasando de unos 660.000 individuos a la actual estimación que sobrepasa apenas los 500.000.
Si bien en muchos países la especie se encuentra solamente en áreas protegidas, se han registrado reducciones de la población en 10 de los 17 países del área de distribución desde 1992. La cebra de llanura se encuentra amenazada por la caza para la carne y las pieles, sobre todo cuando los animales salen de las áreas protegidas, informan desde la IUCN.
Tres especies de antílopes africanos –el duiker bayo (Cephalophus dorsalis), el duiker de vientre blanco (Cephalophus leucogaster) y el duiker de lomo amarillo o cefalofo silvicultor (Cephalophus silvicultor)– anteriormente considerados como “preocupación menor”, se clasifican ahora en la categoría “casi amenazado”. Las poblaciones de estas especies que se encuentran dentro de áreas protegidas son relativamente estables, pero las que se hallan en otras áreas están disminuyendo a causa de la persistencia de la caza ilegal y la pérdida de sus hábitats.
“La caza ilegal y la pérdida de hábitats siguen siendo amenazas importantes que conducen a la extinción de muchas especies de mamíferos”, puntualiza Carlo Rondinini, coordinador de la evaluación de los mamíferos en la Universidad La Sapienza de Roma. “Hemos efectuado la reevaluación de la mitad de los mamíferos. Si bien celebramos algunos éxitos, estos nuevos datos deben servirnos de guía para la conservación de las especies que siguen estando amenazadas”.
La flora hawaiana cercada por las especies invasoras
Especies invasoras como los cerdos, las cabras, las ratas, los caracoles y la guayaba están destruyendo la flora natural de Hawái. Los resultados más recientes indican que el 87% de las 415 especies de flora de Hawái que han sido evaluadas hasta el presente para la Lista Roja de la UICN (de un total de 1093 especies de plantas endémicas), experimentan amenazadas de extinción, entre ellas el 'Ohe kiko'ola (Polyscias waimeae), un árbol floral que se encuentra únicamente en la isla de Kauai.
Treinta y ocho especies se han clasificado ahora como “extintas, incluyendo los arbustos 'Oha Wai (Cyanea eleeleensis) y Hibiscadelphus woodii. Otras cuatro entran en la categoría “extinto en estado silvestre”, incluyendo Cyanea superba, que se observó por última vez en estado silvestre en 2003.
Según el informe las especies invasoras constituyen la amenaza principal para todas estas plantas, a menudo se presentan varias especies invasoras para una sola planta. Es probable que las especies que no se han evaluado todavía se encuentren también expuestas a fuertes amenazas.
“Hawái es una manifestación de lo mejor de la naturaleza, con ejemplos espectaculares de la evolución, pero enfrenta un futuro incierto a causa del impacto de las especies invasoras, demostrando hasta qué punto las acciones humanas equivocadas pueden hacer que la naturaleza se vuelva contra sí misma”, dice Matt Keir, del Grupo de Especialistas de la Flora de Hawái (CSE de la UICN). “Lo que estamos observando en Hawái pronostica lo que sucederá en otras islas o en sistemas ecológicos contenidos. Hawái y otras naciones deben tomar medidas urgentes para detener la propagación de especies invasoras y proteger a las especies de reducido tamaño poblacional”.
El panda gigante y el antílope tibetano se recuperan
Esta actualización de la Lista Roja de la UICN también aporta algunas buenas noticias, y muestra que las medidas de conservación dan resultados positivos.
El panda gigante (Ailuropoda melanoleuca), anteriormente en peligro, pasa ahora a la categoría vulnerable, debido a que la población ha crecido gracias a eficaces programas de protección de los bosques y de reforestación. Esta mejora confirma la eficacia de la acción del gobierno chino para proteger la especie. Sin embargo, se prevé que el cambio climático podría eliminar, en los próximos 80 años, más del 35% de los bosques de bambú que constituyen el hábitat del panda. Asimismo, se prevé una reducción de la población, lo que anularía los logros de los últimos 20 años.
Gracias al éxito de las medidas de conservación, el antílope tibetano (Pantholops hodgsonii) ha pasado de la categoría en peligro a casi amenazado. La población disminuyó de cerca de un millón de individuos, a entre 65.000 y 72.000 individuos en los años 80 y principios de los años 90. La causa fue la caza furtiva con fines comerciales, debido a su valioso pelaje que se utiliza para la confección de chales.
“Se requieren de tres a cinco pieles para fabricar un solo chal, y se mata a los animales porque no se puede ni esquilar ni peinar la lana. Desde entonces, se han tomado medidas de protección rigurosas, y la población se estima actualmente entre 100.000 y 150.000 individuos”, aseguran.
Entre otros éxitos de conservación, cabe mencionar también el caso de la rata arquitecto (Leporillus conditor), especie endémica de Australia, cuya situación ha mejorado, pasando de vulnerable a la categoría casi amenazada. Este roedor constructor de nidos es único y el último en su género, después de la extinción de la especie más pequeña Leporillus apicalis en el siglo XX. La resina que crean las ratas para construir sus nidos es tan sólida que puede durar milenios si no se ve expuesta al agua.
El ualabí de bridas (Onychogalea fraenata) registra también una mejora en su situación, pasando de la categoría en peligro a vulnerable. Esta especie endémica de Australia, muy común en el pasado, sufrió un gran declive poblacional en el siglo XIX e inicios del siglo XX a causa del impacto de las especies invasoras y la pérdida de sus hábitats. Un exitoso programa de conservación por translocación que establece nuevas poblaciones dentro de áreas protegidas permite a esta especie iniciar el largo camino hacia la recuperación.
La Lista Roja de la UICN actualmente incluye 82.954 especies, de las cuales 23.928 experimentan amenazadas de extinción.