El estudio se ha publicado en ‘Restoration Ecology’

Crean refugios artificiales para salvar a los reptiles de Doñana

El accidente de la mina de Aznalcóllar que hace más de 11 años contaminó parte del Parque Nacional de Doñana minó también el hábitat de los reptiles. Ahora un equipo de investigadores españoles, que ha analizado la comunidad de reptiles desde el año 2000, ha demostrado con la instalación de refugios artificiales que la desaparición de los refugios naturales redujo gravemente la población de lagartos y serpientes.

Crean refugios artificiales para salvar a los reptiles de Doñana
Lagarto ocelado (Timon lepidus) en el Corredor de Doñana. Foto: Juan M. Pleguezuelos.

Hace nueve años investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y de Barcelona (UB) comenzaron el estudio de la comunidad de reptiles en el corredor ecológico de Doñana. Los científicos, que han publicado sus resultados en la revista Restoration Ecology, observaron en aquel momento una población “muy empobrecida” porque de las 13 especies de reptiles presentes en los alrededores, sólo una apareció: la salamanquesa común (Tarentola mauritanica).

“Debido a los trabajos de restauración paisajística tras el desastre, el hábitat quedó casi desprovisto de refugios naturales para la fauna terrestre, por lo que planteamos la hipótesis que ésta era la causa de la escasez de reptiles”, explica a SINC Juan Manuel Pleguezuelos, autor principal e investigador del Departamento de Biología Animal de la UGR.

Crean refugios artificiales para salvar a los reptiles de Doñana

Salamanquesa común (Tarentola mauritanica).

Para demostrar la necesidad de refugios que ofrecen protección contra predadores, y condiciones microclimáticas, el equipo realizó un experimento que duró cinco años. Los investigadores crearon refugios artificiales (120 grupos de troncos de madera) en una parcela experimental de 24 hectáreas. Controlaron así los cambios temporales de la comunidad de reptiles en esta parcela y otra zona sin refugios, próxima y de igual superficie.

Los troncos de madera, una casa confortable

“El área modificada con los refugios artificiales mostró una recuperación más rápida de la comunidad de reptiles en riqueza de especies y abundancia, con respecto al área de control desprovista de refugios artificiales”, declara Pleguezuelos.

Desde la instalación de nuevos refugios, la comunidad de reptiles creció de 2000-2001 desde una especie, la salamanquesa común, hasta seis especies en 2006. Su abundancia también aumentó al pasar de un individuo por unidad de esfuerzo de muestreo, a más de cinco.

Los biólogos infirieron además que la colonización del Corredor Verde del Guadiamar por parte de los reptiles fue “transversal más que lineal, es decir, que el corredor no actuó como tal para los reptiles, al menos en los primeros estadios de la colonización”. Según los investigadores, las poblaciones de reptiles que colonizaron el Corredor procedían de las zonas laterales inmediatas, no de las áreas fuentes que el Corredor pretende conectar, es decir las Marismas del Guadalquivir en el sur y Sierra Morena en el norte.

“Los resultados sugieren que los programas de restauración paisajística no deben descartar la disponibilidad de refugios para la fauna, un recurso vital para los reptiles mediterráneos que puede ser restaurado con un sistema tan económico como la instalación de troncos de desecho”, advierte el biólogo.

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Referencia bibliográfica:

Márquez-Ferrando, Rocío; Pleguezuelos, Juan Manuel; Santos, Xavier; Ontiveros, Diego: Fernández-Cardenete, Juan R. “Recovering the reptile community after the mine-tailing accident of Aznalcollar (Southwestern Spain)” Restoration Ecology 17(5): 660-667, septiembre de 2009.

Fuente: SINC
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