Un azor encontrado en la población de Alpicat, que había entrado enfermo al centro de recuperación de Fauna de Vallcalent, ha resultado positivo al virus del Nilo Occidental. Las inspecciones entomológicas que se han realizado a los mosquitos de la zona indican que han sido negativos al virus.
El 17 de septiembre el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) confirmó un caso de virus del Nilo Occidental en un azor de la población de Alpicat. Los análisis oficiales del Laboratorio Central de Veterinaria de Algete han confirmado que el animal estaba afectado por el virus correspondiente al linaje tipo 2, distinto del que está circulando en Andalucía, que es del tipo 1. El linaje tipo 2 está presente principalmente en Europa Central y del Este y también puede causar brotes en humanos.
Tras la confirmación de este positivo, el servicio de Prevención en Salud Animal ha activado el refuerzo de vigilancia en la zona de Lleida para realizar muestreos a las explotaciones. Estos se harán tanto de équidos como en granjas de aves de corral para determinar con más exactitud el radio de circulación del virus.
“Se recuerda a los propietarios y veterinarios de équidos que en caso de que alguno de estos animales presente síntomas compatibles con la enfermedad lo comunicarán a los Servicios Veterinarios Oficiales. En los caballos, los síntomas más comunes son ataxia, fiebre, debilidad, parálisis en las extremidades posteriores, temblores al hocico, movimientos anormales o presiones con la cabeza, caminar en círculos erráticos y algunos casos pueden llegar a ser mortales”, indica un comunicado del IRTA.
Los caballos sufren la enfermedad, pero no son una fuente de infección para los humanos, ya que la transmisión del virus se produce desde los pájaros a los équidos o a otros animales. También se puede transmitir de pájaro a persona mediante la picadura de mosquitos.
La principal vía de transmisión de este virus es a través de la picadura de mosquitos infectados. Al tener la capacidad de llegar a los humanos provocando la fiebre del Nilo Occidental, se considera una zoonosis con un ciclo biológico complejo.
El virus del Nilo Occidental se transmite generalmente por picaduras de mosquitos infectados del género Culex e infecta principalmente a los pájaros. En algunas ocasiones un mosquito infectado de un pájaro puede transmitir el virus a équidos y personas. Por este motivo, tal y como establece el Protocolo para la vigilancia y el control de la fiebre del Nilo Occidental, se han activado las actuaciones previstas en el nivel 3 del protocolo de actuación.
Actualmente se está realizando una inspección entomológica en la zona donde se ha encontrado el ave positiva, llevada a cabo por el Servicio de control de mosquitos del Baix Llobregat, con la correspondiente recolección de muestras de mosquitos adultos hembras. Estas muestras se han enviado a los laboratorios del IRTA-CReSA y el resultado ha sido negativo por el virus.
“Se recuerda la importancia de adoptar medidas de prevención y control de los mosquitos que son potenciales transmisores de virus desde la primavera hasta el otoño, como el mosquito común (Culex pipiens), vector de la fiebre del Nilo Occidental, y el mosquito tigre (Aedes albopictus), vector de los virus del dengue, Chikungunya y Zika, de manera continua desde la primavera hasta noviembre, para minimizar el riesgo de aparición de arbovirosis”, concluyen.
Laboratorio Entomología IRTA-CReSA. / IRTA