El lema de esta cumbre ha sido “Tiempo de actuar”, una frase que, a pesar de haber estado presentada a lo largo de los siete pabellones de IFEMA, no ha sido suficiente. La COP25 ha cerrado sus puertas sin consenso para terminar de cerrar ciertos puntos del Acuerdo de París, el primer tratado universal por el clima.
La ciencia advierte de que ya no queda prácticamente tiempo para revertir las consecuencias de la crisis climática. Si no se endurecen los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media global superará el límite de 1,5 ºC en la próxima década.
Durante dos semanas Madrid se ha convertido en el epicentro de la lucha contra el cambio climático. La cumbre del clima ha terminado con la aprobación del acuerdo Chile-Madrid Tiempo de actuar, con una débil llamada a la ambición para 2020 y uno de los puntos más conflictivos está aún sobre la mesa, cómo regular los intercambios de carbono entre países.
A pesar del resultado, la COP25 se ha convertido en un punto de encuentro para unas 30.000 personas de todo el mundo entre jefes de Estado y de Gobierno, observadores, científicos, periodistas y activistas, que han tenido una importante presencia a través de los grupos indígenas y los jóvenes.
La COP26 se celebrará en Glasgow, Reino Unido, comenzando una década que será crucial para frenar la emergencia climática.