Un grupo de ocho organizaciones que gestionan residuos radiactivos, con el apoyo de la Comisión Europea, ha montado la plataforma tecnológica IGD-TP para que sobre el año 2025 estén operando de forma segura las primeras instalaciones geológicas de eliminación de residuos de alta actividad. Los primeros centros de este tipo comenzarán a funcionar en Finlandia, Suecia y Francia entre 2020 y 2025.
Mientras en EE UU el gobierno de Obama ha declarado su intención de abandonar el proyecto de tratamiento de residuos nucleares en Yucca Mountain y ha puesto en pie una comisión de expertos para dilucidar cómo gestionará el país los residuos de la industria nuclear en el futuro, en Europa, Suecia y Finlandia ya han elegido un emplazamiento para confinar los residuos radiactivos, y Francia seleccionará una ubicación en 2013. En Suiza y Reino Unido, el almacenamiento geológico es la opción de referencia para la gestión de estos residuos.
Casi un tercio de la electricidad que se consume en Europa procede de la energía nuclear, que tiene todas las cartas para continuar desempeñando un papel importante en la combinación de fuentes de energía, con un total de 145 reactores operativos distribuidos en 15 países, además de ocho reactores nuevos que están en fase de construcción.
En el aspecto político el objetivo es reducir las emisiones de CO2 en un 20% para el año 2020. La sostenibilidad de la energía nuclear, a la que se ha dado un empuje a largo plazo con los sistemas de cuarta generación, representa también uno de los retos tecnológicos clave del Plan Europeo Estratégico de Tecnología Energética (Plan SET).
En un plano más cercano, el Plan SET también considera prioritario el desarrollo de las soluciones de gestión de residuos para el futuro. Aunque hoy se cerraran todos los reactores, seguiría siendo necesario el tratamiento y la gestión de los residuos nucleares acumulados. Como ya constató la Comisión Europea en 2008, "muchas áreas científicas y tecnológicas importantes para el almacenamiento geológico han llegado a su madurez, y debe facilitarse el avance hacia la implementación".
La plataforma IGD-TP
Este tipo de decisiones son competencia de las autoridades nacionales. Con todo, hay una conciencia común que dicta que la cooperación continua para abordar los retos del confinamiento geológico será ventajosa para una puesta en práctica segura y dentro de los plazos. Éste es el razonamiento sobre el que se sustenta la plataforma IGD-TP (Implementing Geological Disposal of Radioactive Waste).
Las plataformas tecnológicas proporcionan un marco para los participantes, bajo el liderazgo de la industria del sector, y sientan las prioridades de la I+D, los plazos de tiempo y los planes de actuación. En el caso de IGD-TP, las ocho organizaciones fundadoras proceden de países donde la energía nuclear representa una porción significativa de la combinación de fuentes de energía: Bélgica (ONDRAF/NIRAS), Finlandia (Posiva Oy), Francia (ANDRA), Alemania (BMWi), España (ENRESA), Suecia (SKB), Suiza (Nagra) y el Reino Unido (NDA).
Desde el inicio formal de las actividades de IGD-TP, otras 30 instituciones y organizaciones europeas dedicadas a la investigación y a la actividad en este sector industrial han manifestado su apoyo al documento de visión, y han presentado su solicitud para convertirse en miembros de la iniciativa. Organismos de países de otros continentes también han mostrado su interés.
Estas organizaciones se han comprometido a fomentar la confianza en la seguridad del almacenamiento geológico, a apoyar la instauración de programas de gestión de residuos que lo integren como la opción que goza de aceptación, a hacer posible el acceso a conocimientos, tecnología y experiencia, y mantener competencias en este campo.
El objetivo es facilitar la implantación paulatina del almacenamiento geológico para que en 2025 estén operativos los primeros centros. Finlandia, Suecia y Francia serán los primeros países que los pongan en marcha entre 2020 y 2025.
Residuos radiactivos para llenar un campo de fútbol
Cada año, los reactores nucleares en activo de todo el planeta generan suficientes residuos de combustibles agotados como para cubrir la superficie de un campo de fútbol hasta una altura de 1,5 metros, con un peso total que rondaría las 10.500 toneladas.
En Europa, Francia y Reino Unido optan por el reprocesamiento del combustible agotado. En Bélgica, Suiza y Alemania se han servido de esta opción hasta no hace mucho. En Finlandia y Suecia trabajan de forma activa para adoptar una solución que implique deshacerse del combustible agotado de forma directa.
Los demás países que disponen de reactores nucleares no tienen una política definitiva de combustibles agotados, más allá de disposiciones para asegurar que tales materiales se almacenen por un período de tiempo prolongado, ya sea en el emplazamiento de los reactores nucleares o en una instalación centralizada (un plazo de entre 50 y 100 años).
¿El almacenamiento geológico es la única opción?
En 2008, el Comité de gestión de residuos radiactivos de la Agencia para la Energía Nuclear publicó el comunicado colectivo Avances hacia el almacenamiento geológico de los residuos radiactivos (Moving Forward with Geological Disposal of Radioactive Waste), en el que conminaba a implementar el almacenamiento geológico como opción de referencia para el tratamiento de combustibles agotados y los residuos radiactivos de alto nivel procedentes del reprocesamiento.
Esta recomendación implicaba que ya se habían estudiado con detenimiento en el pasado las restantes alternativas y que la comunidad científica y técnica internacional las descartaba. Se trata de opciones como lanzar los residuos nucleares al espacio, verterlos en los océanos, almacenarlos bajo los glaciares continentales, bajo el lecho marino, o bien confinarlos a largo plazo en emplazamientos vigilados.
Además, el comité puso de relieve que incluso si se redujesen los volúmenes de los residuos de alto nivel (y las tasas de radiotoxicidad a largo plazo) mediante la partición y transmutación, aún quedarían residuos finales que sería preciso confinar mediante el almacenamiento geológico.
Los principios sobre los que se asienta esta recomendación son que el almacenamiento geológico "ofrece un nivel y duración de la protección único para los residuos radiactivos de alta actividad y vida larga, que el consenso de la comunidad científica mundial afirma que es técnicamente posible, y que se puede adaptar y llevar a la práctica en una amplia variedad de escenarios geológicos".
Por si fuera poco, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) ha publicado varios informes que exponen directrices para la implantación de depósitos geológicos y sus requisitos de seguridad.
La seguridad a largo plazo, una cuestión por resolver
Como pone de relieve un informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, el hecho de que las actividades de I+D sigan adelante en ciertas áreas no es un signo de inmadurez ni de falta de confianza, sino "un esfuerzo para dar un espaldarazo más a la validez de las decisiones, o bien para incrementar aún más los márgenes de seguridad".
Entre los retos científicos y técnicos están la reducción de las incertidumbres sobre las predicciones del comportamiento de los depósitos a muy largo plazo, saber cuándo se dispone de suficientes conocimientos para tomar decisiones sobre fundamentos sólidos, cómo transformar los resultados de las actividades de I+D en tecnologías fiables, y resolver aspectos de la seguridad operativa de los depósitos.
Para las instituciones que lo vayan a llevar a la práctica, presentar un proyecto de seguridad y solicitar la licencia para la construcción de un depósito de almacenamiento geológico profundo será un desafío de primer nivel, como también lo será para la entidad reguladora que deba supervisar y comprobar la idoneidad de la solicitud.
Según los expertos, el trabajo de la plataforma IGD-TP hará mucho más sencillas estas tareas. Durante los próximos meses la plataforma europea diseñará su programa estratégico de investigación (Strategic Research Agenda), “de importancia crucial”, así como una estrategia de implementación (Deployment Strategy).