El 14 de septiembre de 2015, los detectores LIGO captaron por primera vez una señal inequívoca de ondas gravitacionales. Aquella observación abrió una nueva ventana al cosmos y dio inicio a una disciplina que ha transformado nuestra manera de explorar el cosmos.
Un análisis publicado en Nature describe cómo una roca recogida en 2024 en el cráter Jezero contiene compuestos químicos y patrones minerales que podrían estar vinculados a antiguos microbios marcianos. Los autores advierten de que aún es necesario confirmar si estas señales corresponden realmente a vida.
Una nueva señal de ondas gravitacionales ha permitido comprobar con precisión teorías clave sobre la masa, el giro y la evolución de los agujeros negros. El análisis del eco final tras la colisión confirma predicciones fundamentales de la relatividad general y la termodinámica.
El evento, bautizado GRB 250702B, se prolongó durante casi un día y emitió varias ráfagas, algo inédito en medio siglo de observaciones de este tipo de explosiones cósmicas.
La imagen, observada por el telescopio espacial James Webb, muestra cómo las estrellas jóvenes y masivas moldean su entorno en la Nebulosa de la Langosta, a unos 5 500 años luz de la Tierra.
A partir del 11 de agosto llegará el gran momento de Las Perseidas, el sueño popular de las estrellas fugaces. Nada mejor que una noche templada de verano, lejos de las luces de la ciudad, al amparo de la mayor oscuridad posible, para esperarlas.
Una estrella que desafía las reglas conocidas de la evolución estelar ha sido identificada gracias a la sensibilidad ultravioleta del telescopio espacial Hubble. Su composición superficial revela una historia violenta: la unión de dos astros que, al colisionar, dieron lugar a una enana blanca con características únicas.
NISAR es la nueva misión colaborativa entre la agencia espacial estadounidense y el país asiático para monitorizar las superficie del planeta las 24 horas del día. Tras una puesta en órbita exitosa, su objetivo será predecir fenómenos naturales como terremotos y erupciones volcánicas.
El Very Large Telescope, del Observatorio Europeo Austral, ha revelado por primera vez la presencia de un protoplaneta dentro de los brazos espirales de un disco de gas y polvo. Este descubrimiento podría confirmar que esas estructuras complejas se originan por la influencia de cuerpos planetarios alrededor de estrellas jóvenes.
Un equipo internacional ha identificado el instante en que comienzan a solidificarse los primeros minerales alrededor de una estrella joven, un proceso que marca el arranque de la formación planetaria. El hallazgo, logrado con los telescopios Webb y ALMA, permite observar este fenómeno fuera del sistema solar en una etapa más temprana que nunca.