Los fármacos interaccionan específicamente con proteinas para ejercer sus efectos. Imagen: PCB
Una tecnología óptica emergente comienza a hacer la competencia a la electrónica en el desarrollo de chips. Se trata de los circuitos integrados ópticos, que permiten miniaturizar múltiples aplicaciones que usan la luz láser para procesar y transmitir información. Una empresa valenciana, spin-off de la Universidad Politécnica de Valencia, está involucrada en su expansión.
Ignacio Arganda, un joven investigador nacido en San Sebastián de los Reyes (Madrid), que trabaja en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), es uno de los impulsores de Fiji, una plataforma de código libre que permite compartir aplicaciones para mejorar el tratamiento de imágenes biomédicas. Arganda explica a SINC que Fiji, en la que trabajan de forma desinteresada unos 20 desarrolladores de todo el mundo, se ha convertido en un estándar de facto que, además, sirve de ayuda a laboratorios y empresas de microscopía para desarrollar productos más precisos.
En estos momentos hay unos 20 desarrolladores distribuidos por todo el mundo trabajando para mejora la plataforma y lo hacen gratis. Imagen: MIT.
De izquierda a derecha, Andrés Castro, Iván Vázquez y Belén González, miembros del Departamento de I+D+i de la empresa. Foto: FICYT.
Un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona ha descubierto la manera de hacer llegar fármacos directamente al interior celular mediante agregados insolubles de proteína, antes considerados desechos. La tecnología ha sido licenciada a Janus Developments, que ha comprobado la tolerancia en ratones. Los primeros ensayos se han realizado contra colitis ulcerosa y psoriasis pero los investigadores ven un “potencial infinito” para estas nanopíldoras.
Pistorius es el primer corredor con las piernas amputadas en competir en unos juegos olímpicos. Imagen: Efe