Con motivo su participación como oyente en el congreso The energy of cancer que se desarrolla esta semana en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid, SINC habla con el investigador estadounidense que en 1962 recibió con Francis Crik el premio Nobel por reconocer, a partir del trabajo de visualización de Rosalin Franklin, la estructura del ADN.
A la entrada del CNIO, donde se realiza la entrevista James D. Watson contempla admirado las cuatro torres madrileñas, “¿cuántos pisos de altura tienen?”, pregunta. “Esta noche va a cenar a una de ellas”, le responden. “¿De verdad? Es fantástico”, apunta este biólogo y zoólogo estadounidense que mantiene la ilusión por la ciencia.
De Watson impresiona todo, no sólo su edad, también su estatura, sus ojos verdes y sobre todo su vitalidad. Se le nota cansado después de haber hablado con varios periodistas españoles, pero durante nuestra conversación no da muestras de ello.
Usted pasará a la historia como el padre del ADN…
Sabe, a mí no me interesa el ADN, sino el cáncer. Yo llegué al ADN persiguiendo el cáncer. Un familiar mío murió cuando yo era joven y aquello ha marcado toda mi vida. Por eso he venido a Madrid a oír lo que dicen los expertos en metabolismo del cáncer.
¿Hoy qué le motiva para seguir investigando?
Hay que tener una ilusión por la que vivir y la mía es curar el cáncer. En la actualidad la investigación está centrada en saberlo todo sobre el cáncer y yo creo que con lo que sabemos ya podemos curarlo. Los científicos tienen miedo de experimentar, de apartarse de los canales normales, y en ciencia, si no arriesgas no consigues nada. La ciencia es un experimento continuo, hay que ser arriesgado, probar, equivocarse y volver a probar y así hasta el infinito. Cuando Francis Crik y yo descubrimos la estructura del ADN, lo hicimos apartándonos de la norma científica de la época, por eso la primera persona que visualizó la estructura, la investigadora Rosalin Franklin no supo reconocerla.
¿Entonces el cáncer es ya curable?
Hoy día el problema es desarrollar fármacos efectivos. Aunque hay muchos laboratorios que experimentan, hay que diversificar más la investigación, porque todavía está muy centrada en los genes. Y los genes no lo son todo. Yo mismo inicié y reuní fondos para secuenciar el genoma humano (Proyecto Genoma Humano). Mi ADN fue uno de los cuatro primeros en analizarse. Según mis resultados yo debería estar muerto desde hace mucho tiempo, tengo una enorme predisposición a padecer cáncer y sin embargo, aquí sigo. Esto demuestra que la genética no lo es todo para curar ni tratar el cáncer.
¿Qué piensa de la selección genética?
No me gusta polemizar, mire, yo soy un gran liberal, de verdad, mi filosofía es que cada uno haga lo que quiera….
¿Qué es lo peor de hacerse mayor?
Lo peor es que los amigos se van muriendo.
Watson se despide para marcharse a Lisboa, donde dirige los trabajos para la creación de un centro de investigación del cáncer liderada por la Fundación Champalimaud (similar a la Fundación Botín en España). A sus 81 años le quedan pocos amigos, pero todavía mucha ilusión.
Pinceladas biográficas
James Dewey Watson (Chicago, 6 de abril de 1928) ingresa en la Escuela de graduados de la Universidad de Indiana, donde trabajaba Herman Muller, ganador del Premio Nobel por su trabajo sobre las mutaciones inducidas por los rayos X . En 1950, Watson termina su doctorado en zoología.
Antes de incorporarse a la Universidad de Harvard, trabaja entre 1951 y 1953 con el biofísico británico Francis Crick, en el Laboratorio Cavendish, de la Universidad de Cambridge.
Ambos científicos analizan los trabajos de laboratorio de los biofísicos británicos Maurice Wilkins para desentrañar a partir de una imagen que obtiene la investigadora Rosalin Franklin, la estructura en doble hélice de la molécula del ácido desoxirribonucleico (ADN).
Las investigaciones proporcionaron los medios para comprender cómo se copia la información hereditaria. Arthur Kornberg aportaría después pruebas experimentales de la exactitud de su modelo. Como reconocimiento a sus trabajos sobre la molécula del ADN, Watson, Crick y Wilkins compartieron en 1962 el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
Watson ha realizado declaraciones polémicas, muy debatidas por otros científicos y grupos de derechos civiles. La primera polémica estalló en los años ‘90, cuando dijo que se debería otorgar a las mujeres la posibilidad de abortar si los análisis preparto mostraran que su hijo va a ser homosexual.
En octubre de 2007, Watson fue duramente criticado por señalar, según el Sunday Times, que las personas negras no tienen por qué poseer la misma inteligencia que las blancas. Este comentario fue considerado racista, y el Museo de Ciencias de Londres canceló la disertación que el científico iba a realizar.
Watson es biólogo molecular y en aquel momento era presidente del Laboratorio Cold Spring Harbor, en Nueva York, un referente en la investigación del cáncer y dolencias neurológicas. El biólogo afirmó que se habían tergiversado sus palabras y que había sido malinterpretado por los medios de comunicación.
El 19 de octubre de 2007 se disculpó públicamente por sus palabras, alegando que nunca quiso dar a entender que África fuera como continente "genéticamente inferior", y que no existe ninguna base científica que sustente dicha afirmación. Finalmente, ocho días después, presentó la dimisión como presidente del Laboratorio Cold Spring Harbor.
Fuente: Wikipedia.