Hace cuatro décadas, los astronautas de las diferentes misiones Apolo consiguieron poner la bandera estadounidense sobre la faz de la Luna. El director de cine de animación Enrique Gato (Valladolid, 1977) toma como punto de partida para su última película Atrapa la bandera la gesta de los astronautas del Apolo XI. Asesores científicos, un estreno en la propia NASA y guiños a hechos que rodearon la 'conquista' del astro lunar conforman esta producción con vocación educativa.
El veterano astronauta Alan Bean, cuarto hombre en pisar la Luna, y Miguel López-Alegría han participado en Atrapa la bandera como asesores científicos. ¿De qué forma han colaborado?
López-Alegría ha sido el contacto principal con la NASA. Él es el que nos ha abierto todas las puertas de aquel mundillo y nos ha facilitado el acceso a todas las salas históricas de las misiones Apolo. Desde un primer momento estuvo en contacto con el proyecto para poder darnos unas guías básicas de las cosas que teníamos que tener en cuenta. Hay una parte importante de la película que es real, ya que está basada en las misiones Apolo de los años 60. Queríamos ser lo más fieles posibles a los diseños originales, el funcionamiento de las máquinas y la sala de control.
¿Qué parte del equipo se desplazó hasta las salas de la NASA para la documentación in situ?
El director de arte, el equipo de producción, el supervisor de modelados de escenarios y yo. Hemos estado en las salas de la misión Apolo, tanto en Houston como en Cabo Cañaveral, en Florida, que siguen conservando la mayoría del equipo original que se utilizó.
El estreno de la película fue precisamente en una sala de la NASA en EE UU. ¿Cómo surgió esta oportunidad?
Allí en la NASA hay una zona que es como un parque temático. Tienen una sala de proyección IMAX enorme, con una pantalla gigantesca. ¡Qué menos que intentar estrenarla en el sitio de donde parte todo el concepto de la película!
¿Se lo pusieron fácil?
Después de mucho tiempo de negociaciones, al final, accedieron. Íbamos con un poco de miedo a cómo se podrían tomar una película sobre algo que tienen tan metido en las venas. Nos preocupaba habernos saltado algo. El resultado fue el contrario: se mostraron encantados con que existiera una cinta de animación, para público familiar, que contara esta historia. Lo veían como algo muy positivo para meter el gusanillo del mundo del espacio a las nuevas generaciones.
¿Quiénes asistieron a la proyección?
Muchos de los veteranos de las misiones Apolo, como Alan Bean. Les gustó mucho el tratamiento de la película y el cuidado que habíamos tenido con los detalles, manteniendo el realismo sobre las misiones históricas de la NASA.
Enrique Gato/ Sinc
¿De dónde parte la idea del guión?
De uno de los productores, que es un apasionado de la carrera espacial, y hasta tiene una colección privada de objetos que han ido al espacio en las misiones lunares. Al principio, yo no sabía muy bien cómo armar una película que funcionase. Un día, estábamos yéndonos para casa, cuando un par de productores y yo comenzamos a darle vueltas y surgió el concepto: una película sobre una nueva carrera espacial para recuperar la bandera. Fue aquel momento cuando dijimos: "¡Lo tenemos!".
¿Qué tiene este concepto para que lo tuvieran tan claro?
Cumple con muchas de las cosas que buscamos en el cine de animación. Son películas tan caras y tan complicadas de hacer, que necesitas cierta universalidad. Esta idea era tan potente que decidimos ir a por ella de cabeza en 2011, y hasta hoy.
También se hace un guiño a la leyenda y al falso montaje de Stanley Kubrick. ¿Qué le parece toda la teoría conspiratoria que surge de un hecho histórico más que demostrado?
Mi generación ni siquiera vivió la carrera espacial, y nos es más fácil creer que no sucedió. Es muy sencillo meterte en YouTube y poner imágenes que nieguen la presencia del hombre en la Luna. Han pasado 40 años. Yo mismo le pregunté a Alan Bein qué le parecía a él que hubiera gente incrédula. Me dio una respuesta que sigue siendo la mejor explicación: “¿Tú crees que si los rusos tuvieran una prueba tangible de que aquello no ocurrió nunca no lo habrían sacado ya a la luz? Eran los primeros interesados”.
También manejan en la película la idea del helio-3 como posible fuente de energía en la Luna.
Sí, hasta hace poco no se planteaban volver a la Luna porque allí no hay nada, pero con este hallazgo, en cuanto encuentren una forma económicamente solvente de explotarlo, para allá volverán.
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¿Cuál es la ventaja de la animación en una película de este tipo?
Hay un hecho muy mundano: que una película como esta en imagen real en España no hay quien la haga. En animación puedes pedir al equipo de diseño un cohete, un helicóptero, lo que sea. Pero, sobre todo, tiene una parte de fantasía infantil que manejas con más soltura que con la imagen real.
¿Qué importancia le da al valor educativo en los filmes que realiza?
En Atrapa la bandera desde el principio tuvimos claro que debíamos cuidar el mensaje educativo para explicar la carrera espacial a todos los que se perdieron este hecho histórico. También nos pasó con Tadeo Jones, nos preocupamos por buscar localizaciones reales y hablar de culturas que existieron realmente.
Tuvieron un gran éxito de taquilla con Las aventuras de Tadeo Jones y parece que Atrapa la bandera va por el mismo camino ¿Dónde cree que reside el secreto de su éxito?
Creo que en el caso de Tadeo se debe a la sencillez del concepto y del personaje, el propio nombre ya es suficientemente explicativo. Su lenguaje llega muy fácilmente a adultos y a críos. Atrapa la bandera también está teniendo un aguante increíble semana a semana. Siempre trabajamos las películas con un concepto en mente: que tengan carácter universal. Tadeo se estrenó en 65 países y Atrapa la bandera arranca en 25.
En el futuro próximo, ¿qué proyectos tiene, aparte de la segunda parte de Tadeo?
A ver si arrancamos más temporadas de Descubre con Tadeo, porque creemos que fue un acierto el enfocar estas pequeñas piezas de dos minutos a algo cien por cien didáctico. Además, se conseguía un nivel de difusión de temas científicos para un público muy joven con alta efectividad. Y siempre hay mil ideas rondando, muchos planteamientos de películas para el futuro. No sé exactamente cuál será la siguiente, pero ya están perfilándose.