Carmen González Enríquez es directora del Observatorio Imagen Exterior de España del Real Instituto Elcano. Según un informe publicado recientemente por este organismo, el 69% de los españoles no sabe quién es el Presidente de la Comisión Europea, el 81% desconoce qué es la Política Agraria Común, y el 72% reconoce que está poco o nada informado respecto a los asuntos europeos. Sinc habla con esta experta en Ciencia Política sobre los resultados de las elecciones de ayer.
¿Son coherentes los resultados de estas elecciones con el informe que publicó el Observatorio este mes de mayo previo al escrutinio de ayer?
Nuestra encuesta no era una encuesta preelectoral, porque la hicimos a principios de abril –cuando no había comenzado aún la campaña–y la publicamos este mes. Aclarado esto, son coherentes porque está claro que el Parlamento Europeo no es percibido por los ciudadanos como una institución poderosa y, sobre todo, se sabe que tiene poca influencia en lo más importante que es la gobernanza del euro y las políticas económicas dirigidas a salir de la crisis. La influencia ahí está o bien en manos del Banco Central Europeo o bien del Consejo de Europa, o incluso de naciones individuales como Alemania.
¿Para qué creen entonces los españoles que sirve su voto en estas elecciones?
Como los ciudadanos son conscientes de ese pequeño poder del Parlamento Europeo para resolver lo que más les preocupa en este momento, este voto se utiliza mucho como voto de castigo, un voto expresivo. Sirve no tanto para apostar porque gane uno u otro, sino para mostrar el descontento con la falta de alternativas que ofrece el sistema. El margen de actuación que tienen los partidos políticos es cada vez más pequeño cuando gobiernan.
¿Cambiará la posición de España en el Parlamento Europeo con el fin de la hegemonía bipartidista y la entrada de nuevos grupos?
A nivel general de la cámara europea, no va a cambiar mucho la situación. Los populares y los socialdemócratas siguen teniendo mayoría –al igual que en la anterior legislatura europea–. Los populares y socialistas votaban juntos en la mayoría de los casos ya que previamente habían concertado las políticas, directivas o declaraciones que se discutían. Parece que esta va a seguir siendo la situación. Lo que sí va a ser es algo más imprevisible de lo que era antes, pero en conjunto no se ha producido esa gran debacle que se temía que podía ocurrir. La continuidad es más bien la línea, más que la ruptura.
¿Cómo se explica el auge que ya preveían las encuestas de los partidos de ultraderecha en países como Francia?
Se explica porque precisamente se vota a partidos que son de oposición, más que de gobierno. Se cree que el Parlamento es más un escaparate que un órgano decisorio. Solo hace falta recordar cuando en España el partido de Ruiz Mateos sacó un diputado. Nadie lo votó pensando que podría tener alguna influencia en Europa en general, o en la vida de los españoles en particular. Se votaba como protesta. Es lo que ha ocurrido en estas elecciones en casi toda Europa. En nuestro país también.
¿Estas elecciones sirven para medir el pulso para las próximas autonómicas y municipales en España?
Creo que no. No debemos leer los resultados europeos en términos nacionales. Si se celebraran dentro de una semana elecciones en España, los resultados no serían los que acaban de producirse en las europeas. En las nacionales los ciudadanos tienen un voto mucho más estratégico, ahí el parlamento nacional sí influye en la formación del gobierno y en las políticas que se vayan a desarrollar en muchos ámbitos, que afectan de forma muy visible a la vida de los ciudadanos. Por eso, ese voto es mucho más meditado, no de protesta.
¿Qué perfil tienen los votantes que más valoran en España estas elecciones europeas?
Las encuestas muestran que las personas de edad intermedia, y las cercanas a la derecha, apoyan más las instituciones que las más jóvenes y de izquierda. De la misma forma, aquellos ciudadanos que tienen más interés en la política internacional y un nivel educativo más alto, tienen más propensión a acudir a votar. Esto es también un resultado de la encuesta previa, no de los resultados obtenidos ayer, ya que solo se podría hacer el perfil con encuestas a la salida de las urnas.
¿Cuál es su opinión sobre la subida de la ultraderecha en países como Francia?
El partido de Le Pen en Francia se está moderando bastante para atraer más voto. Es un partido que mezcla el antieuropeísmo con un malestar de una parte de la población francesa sobre lo que perciben como un exceso de presencia de inmigrantes.
Cuando han preguntado a los entrevistados españoles cuál creen que debe ser la prioridad dentro de la UE, ¿qué han contestado?
La primera que aparece claramente es modificar la política económica. Los españoles son conscientes de que la política de restricción presupuestaria que hemos vivido en los últimos años ha sido impuesta desde Europa, y en particular desde Alemania, que es el país líder en estos momentos de la UE ante una Francia que está mucho más debilitada.