La mirada afable de Sandra Bernaldo de Quirós Fernández no le resta firmeza cuando explica que siempre supo que quería dedicarse a la investigación sobre el cáncer y que está dispuesta a trabajar en el extranjero para conseguirlo. Esta joven bióloga, que acaba de importar del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge una técnica novedosa para la investigación oncológica, explica sus primeras contribuciones al conocimiento sobre el cáncer de cabeza y cuello.
Ha participado en el hallazgo de un gen relacionado con el comportamiento de los carcinomas epidermoides, la forma más común de tumores de cabeza y cuello, ¿cómo lo resumiría?
Mediante diversos análisis genéticos y moleculares en este tipo de tumores y en líneas celulares derivadas de ellos, identificamos una serie de genes que presentaban alteraciones de forma recurrente. En concreto, nos llamó especialmente la atención el gen TRPC6 por encontrarse significativamente amplificado en estos tumores y presentar al mismo tiempo un nivel de expresión elevado en comparación con el tejido sano. Lo que constatamos es que la sobreexpresión de TRPC6 produce un comportamiento invasor en los carcinomas epidermoides de cabeza y cuello, por lo que este gen podría ser una diana terapéutica a explorar en el tratamiento de este tipo de tumores.
También ha trabajado en temas relacionados con la hipoxia, ¿una oxigenación deficiente estaría relacionada con el cáncer?
Así es, la hipoxia, o escasez de oxígeno, activa determinadas rutas celulares que están relacionadas con el pronóstico del cáncer. Concretamente, estudios previos del laboratorio que dirige Carlos Suárez Nieto han permitido caracterizar una ruta de señalización celular que se activa en respuesta a una disminución en los niveles de oxígeno en los paragangliomas de cabeza y cuello. Actualmente estamos llevando a cabo estudios para analizar si esta vía también está activa en los carcinomas epidermoides de cabeza y cuello. Resultados preliminares parecen confirmar su activación e incluso uno de los genes parece ser factor pronóstico independiente de superviviencia, por lo que los niveles de expresión de este gen en este tipo de tumor podrían orientar el tratamiento a aplicar.
Hace unas semanas regresó de una estancia de investigación en el Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge, ¿qué la llevó allí?
El laboratorio de Allan Bradley es pionero en una técnica muy novedosa, llamada CRISPR/Cas9, que permite estudiar la función de los genes de forma rápida y relativamente sencilla. Fui con la idea de aprender su manejo e “importarla” a nuestro grupo de investigación en Oviedo.
¿En qué consiste la nueva técnica?
Se trata de un sistema que nos permite producir cambios en el genoma de ratones de forma rápida y a la carta para estudiar los efectos de cada una de estas alteraciones genéticas. Para actuar sobre el genoma utilizamos un método “copiado” de los microorganismos, que lo utilizan para destruir el ADN viral. Consta de dos partes: un enzima llamado Cas9, que es capaz de hacer cortes en el ADN, y una molécula de ARN que guía al enzima al lugar donde debe hacerse el corte en el genoma. Hace solo un año que se demostró que una versión algo modificada de este sistema funciona en células de mamíferos, un hallazgo que publicó la revista Science.
¿Qué experiencia destacaría de su investigación de doctorado en el laboratorio de Oncología de cabeza y cuello del IUOPA?
Durante estos años no solo he aprendido muchas técnicas de laboratorio y cómo desarrollar un proyecto de investigación. Tal vez el mayor aprendizaje haya sido experimentar que en la investigación, como en la vida misma, si nos caemos es para levantarnos. Y, por muy frustrados que nos podamos sentir en ocasiones, hay que sacar fuerzas para buscar soluciones e incluso nuevas alternativas. Y en esto ha sido un apoyo fundamental Carlos Suárez Nieto, el investigador principal del laboratorio.
Y personalmente, ¿qué se ha traído de Cambridge?
La experiencia en el Sanger Institute ha sido muy buena; he tenido la oportunidad de abrir mi mente a culturas y formas de trabajar diferentes, y por otro lado he disfrutado de una ciudad cosmopolita y llena de vida, sintiendo a su vez la tranquilidad de vivir en un pueblo. Estando lejos de casa he aprendido a valorar tanto las cosas que antes no apreciaba como debía como a dejar a un lado lo superfluo.
Está a punto de leer su tesis, lo que supone un cambio de etapa, ¿cómo afronta el futuro inmediato?
Las facilidades que disfrutan los investigadores en Cambridge a la hora de trabajar, así como la gran cantidad de puertas que se me han abierto al tener la oportunidad de una estancia de investigación en este prestigioso centro me han llevado a decidir continuar allí mi carrera científica a través de una estancia postdoctoral. También me anima que mi pareja, que es investigador, esté trabajando allí.
Sandra Bernaldo de Quirós Fernández (Oviedo, 1985) estudió Biología en la Universidad de Oviedo. Actualmente está a punto de leer su tesis doctoral y recibe una ayuda predoctoral “Severo Ochoa” del PCTI del Principado gestionado por FICYT. Dirigen su trabajo en el IUOPA Maria Dolores Chiara Romero y Carlos Suárez Nieto, hasta septiembre de este año catedrático de Otorrinolaringología de la Universidad de Oviedo y jefe del servicio de otorrinolaringología del HUCA, y recientemente nombrado director de la FINBA. Sandra Bernaldo de Quirós ha realizado una estancia de investigación en el laboratorio de Allan Bradley, director emérito del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge.
Referencia bibliográfica:
“Identification of TRPC6 as a possible candidate target gene within an amplicon at 11q21-q22.2 for migratory capacity in head and neck squamous cell carcinomas”. BMC Cancer 13, 116 (2013). Bernaldo de Quirós, S. et al.
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