El equipo de la misión MSL de la NASA ha anunciado esta semana que el rover Curiosity ha descubierto moléculas orgánicas en Marte, pero ¿son realmente marcianas? Lo son, según explica a Sinc un investigador español implicado en el proyecto, Alberto González Fairén (Madrid, 1972), que se acaba de trasladar desde la Universidad Cornell en EE UU hasta el Centro de Astrobiología en Madrid. "Es un descubrimiento para los libros de texto", subraya este astrobiólogo.
¿Qué compuestos orgánicos ha detectado exactamente Curiosity?
Pertenecen al grupo de los hidrocarburos clorados. En concreto, clorobenceno (un compuesto orgánico aromático) y tres dicloroalcanos: dicloropropano, dicloroetano y diclorobutano. Son productos que resultan de la reacción entre el cloro y moléculas orgánicas, ambos presentes en la superficie marciana. Los hemos identificado con el instrumento SAM, en cuyo equipo participé de 2012 a 2014.
¿Dónde y cuándo se encontraron?
Los materiales se extrajeron en una perforación que se realizó en la zona de Yellowknife Bay del cráter Gale, en un punto llamado Cumberland, nombre con el que también se ha bautizado a la muestra. La perforación se realizó con el taladro de Curiosity en el sol o día marciano 279 (19 de mayo de 2013), aunque los compuestos orgánicos se detectaron por primera vez después de tres análisis de la muestra, once soles más tarde. Después, transcurrieron meses hasta que estuvieron listas las comprobaciones.
¿No habrán aparecido por contaminación terrestre de los instrumentos o alguno de sus productos?
En absoluto. Esa es la mayor fortaleza del estudio, que elimina totalmente la posibilidad de que los resultados deriven de contaminación terrestre. No hay explicaciones alternativas para los resultados. Si fuera contaminación producida por compuestos de SAM, los habríamos visto en las cuatro muestras analizadas hasta ahora, pero solo los hemos encontrado en Cumberland. Por tanto, no pueden ser producto de SAM, sino de la reacción de moléculas orgánicas y oxicloros presentes ambos en la muestra. Podemos afirmar con absoluta certeza que hemos identificado compuestos orgánicos indígenas en la superficie de Marte.
¿Realmente es la primera vez que se detectan moléculas orgánicas en el suelo marciano, porque ya había otros estudios anteriores?
Es un tema es muy controvertido y lleva décadas discutiéndose, pero la misión MSL por fin las ha encontrado. Es la primera confirmación definitiva de la presencia de compuestos orgánicos en la superficie marciana. Se habían presentado abstracts en congresos y aproximaciones sobre el tema en otros trabajos, como uno que publicamos en Science a principios de año. Pero allí afirmábamos que los resultados "podrían ser consistentes" con la presencia de compuestos orgánicos indígenas (existía la posibilidad de que hubiera otras explicaciones alternativas consistentes), y ahora demostramos que sin duda lo son, es decir, que no hay otra interpretación posible para los datos. Este es el paso definitivo, y de aquí la importancia de los nuevos resultados, que se publicarán próximamente en el Journal of Geophysical Researh (JGR)-Planets.
De todas formas, ya se han descubierto muchas moléculas orgánicas en el espacio. ¿No es lógico que estén también en Marte?
Ese era justamente el problema. Sabíamos que están en todas partes, incluso en muestras lunares o meteoritos marcianos. Entonces ¿dónde estaban los de Marte? Al menos debería haber compuestos orgánicos llevados hasta allí por meteoritos y cometas, pero no se habían podido identificar hasta ahora. La superficie marciana es extremadamente reactiva, y su naturaleza oxidante y la radiación destruyen los compuestos orgánicos en tiempos cortos. Ahora sabemos que esa oxidación no es total y que, al menos en pequeñas concentraciones, permanecen y sabemos identificarlos.
¿Podemos confirmar si estos compuestos son de origen biológico?
No. Determinar su origen no es posible con los instrumentos que lleva a bordo Curiosity. Podrían ser moléculas orgánicas indígenas de origen biológico, pero también hidrotermal, atmosférico o volcánico, o haber sido llevadas hasta el planeta a bordo de meteoritos o cometas. Algunos de los compuestos descubiertos son los mismos que se han identificado en el meteorito Murchison, por ejemplo.
¿Y tienen algo que ver con el metano marciano?
Pensamos que no guardan ninguna relación. El hallazgo de estos compuestos orgánicos se hizo público este martes en el congreso de la American Geophysical Union (AGU) en San Francisco, donde se presentó otro estudio sobre el metano en el entorno del cráter Gale. También son resultados muy importantes del instrumento SAM, pero son trabajos independientes.
¿Qué pasos se van a seguir ahora para profundizar en el hallazgo?
Es importante repetir los análisis en nuevos lugares para determinar la distribución y abundancia de las moléculas detectadas. En análisis anteriores y posteriores de otros materiales no han aparecido compuestos orgánicos, lo que implica dos cosas: por un lado, que los resultados de Cumberland no derivan de contaminación con materiales terrestres (porque, en ese caso, veríamos siempre las sustancias orgánicas) y, por otro, que estos compuestos están distribuidos de forma irregular por la superficie marciana, posiblemente porque suelen estar muy degradados por el ambiente hiperoxidante. La buena noticia es que ahora por fin sabemos que están ahí y cómo identificarlos.
¿Estos resultados pueden acallar las voces críticas con la misión?
Se ha hablado mucho sobre la utilidad de Curiosity: sobre qué estaba haciendo, por qué iba tan lento, si solo hacía fotos... Bueno, pues esta es la respuesta. Este rover es un laboratorio, y funciona como tal. Necesita mucho tiempo para explorar el terreno, tomar muestras, analizarlas, obtener resultados, establecer una hipótesis para explicarlos, y testar una y otra vez hasta estar completamente seguros de que no estamos viendo falsos positivos o contaminación. Es un logro muy importante para la misión MSL y para la exploración planetaria. Descubrir en Marte compuestos orgánicos indígenas es un paso enorme en nuestra comprensión del planeta. Realmente, este sí es un descubrimiento para los libros de texto.
El clorobenceno y otros compuestos orgánicos solo han aparecido en la perforación de Cumberland. / NASA/JPL-Caltech