El Centro Nacional de Investigación Cardiovascular (CNIC) ha sido uno de los ocho elegidos para recibir el galardón Severo Ochoa, con el que el Ministerio de Ciencia e Innovación distingue a los centros de investigación de excelencia en España. El CNIC, creado a partir del Instituto Carlos III, está dedicado a la investigación básica, la medicina traslacional y la formación en cardiología. SINC habló con Valentín Fuster, que compagina sus labores como director general del CNIC con las de director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York (EE UU), sobre el significado del premio y su importancia en el futuro del centro.
¿Qué supone para el CNIC haber recibido este sello?
El reconocimiento de la excelencia investigadora y de la calidad de nuestro proyecto por parte de un jurado de este nivel de exigencia nos indica que vamos por el buen camino hacia nuestros objetivos científicos. A la vez nos anima a redoblar los esfuerzos con la mayor ilusión por ayudar a la sociedad mediante el progreso científico. Este reconocimiento además supone una inyección económica al CNIC.
¿Tienen pensado invertir el importe de un millón de euros anuales del premio en algún propósito en particular?
Sí, este presupuesto permitirá poner en marcha un ambicioso proyecto, único en el mundo, para el desarrollo y aplicación de nuevos procedimientos de imagen no invasiva en investigación y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
Y estas aplicaciones, ¿qué ventajas ofrecen para la investigación?
Nos va a permitir observar los procesos biológicos con un detalle sin precedentes en animales de experimentación y en personas. Se trata de un proyecto multidisciplinar en el que biólogos, químicos, físicos, médicos y grandes compañías tecnológicas van a colaborar con el fin de desarrollar la nueva tecnología de imagen y aplicarla al entendimiento de la enfermedad cardiovascular.
¿Cómo puede revertir esta línea de investigación en la sociedad?
El objetivo final del proyecto es la identificación de la enfermedad vascular antes de esta afecte a la vida del individuo, de manera que se pueda prevenir su progreso. El cumplimiento de este objetivo supondrá un gran beneficio humano y social, ya que por un lado se evitará el sufrimiento de las consecuencias devastadoras de la enfermedad cardiovascular y por otro se evitará el enorme coste económico de su tratamiento.
Además de la cuantía económica, ¿qué otros beneficios esperan obtener de este galardón?
Creemos que sin duda este programa tendrá mucha visibilidad y aumentará el interés de los investigadores por trabajar en el CNIC. Esto nos asegurará que contaremos con los individuos más capaces y mejor preparados para proseguir con nuestro programa de incorporación de personal de excelencia. La ciencia intenta progresar en las fronteras del conocimiento humano y por tanto, su avance depende de la promoción de los individuos y proyectos que más se acercan a esa frontera.
¿Qué significa la excelencia referida a un centro de investigación?
En los centros de investigación, la excelencia se promueve mediante la implementación de programas de investigación coordinados acordes con los objetivos estratégicos del centro y con la financiación y promoción de proyectos y e investigadores en base a evaluación objetiva de su calidad y rendimiento por expertos ajenos a la propia institución. La experiencia ha demostrado que los centros españoles que han adoptado estos esquemas son los más exitosos y, de hecho, los tres centros del área de Ciencias de la Vida que se han reconocido en esta primera convocatoria Severo Ochoa son ejemplos de esta manera de funcionar.
¿Cree que esta es una práctica generalizada en España?
Desafortunadamente en España esta forma de funcionar es aún poco aplicada. Sería deseable que se extendiera a todos los centros de investigación y universidades, ya que esto supondría un gran avance para la promoción de la excelencia investigadora.
¿Qué es la excelencia investigadora en el sector biosanitario?
Es la que en último término produce una mejora en la salud de los individuos y en el tejido empresarial del sector. Para ello, la producción científica debe ser del máximo nivel con un abordaje multidisciplinar y sus resultados evaluados de forma objetiva por expertos ajenos a las instituciones donde se desarrolle la investigación.
¿Qué investigación de excelencia se realiza en el CNIC?
En el CNIC centramos nuestra investigación en la patología cardiovascular, desde los aspectos más básicos hasta los más aplicados, en estrecha colaboración con los hospitales y empresas del sector. Contamos con equipos multidisciplinares de investigadores que incluyen biólogos, químicos, médicos, físicos e ingenieros, cuya actividad y proyectos de investigación son evaluados por un comité científico externo independiente.
¿Qué avances espera que aporte el centro en los próximos años?
El CNIC es un centro joven, la mayor parte de sus grupos se han incorporado en 2007 y ya está dando sus frutos. En estos últimos años, el CNIC ha creado nuevas instalaciones punteras de tecnología de imagen biomédica para desarrollar proyectos de investigación en animales y humanos que le convertirán en los próximos años en un referente internacional para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad cardiovascular.
¿Cuáles son los objetivos del centro?
La misión del CNIC es mejorar la salud cardiovascular de los individuos y para ello contamos tanto con el apoyo institucional como con la importante aportación del mecenazgo privado a través de la fundación ProCNIC. La apuesta de futuro del CNIC se basa en tres pilares: la investigación de excelencia, la formación y la traslación del conocimiento.
El grupo Nature publica hoy un paquete de artículos en varias de sus revistas que en conjunto supone un análisis sin precedentes sobre el cáncer y que da un giro a lo que se sabía hasta ahora. Arroja luz incluso sobre cómo prevenir esta patología que, como alertaba la OMS al principio de este año, sigue una trayectoria al alza.
Investigadores de EE UU confirman que los humanos somos capaces de detectar la estructura básica de una frase casi tan rápido como se reconoce una escena visual: en unos 150 milisegundos, es decir, la velocidad de un parpadeo.
