Con la ayuda del Gran Telescopio Canarias, un equipo internacional de científicos liderado desde el Observatorio Astronómico Nacional de China ha detectado un nuevo agujero negro estelar en nuestra galaxia. Se llama LB-1 y tiene una masa 70 veces más grande que la del Sol, un valor mucho mayor de lo que se calculaba hasta ahora para este tipo de objetos.
Agujero negro masivo LB-1 junto con su estrella compañera en primer plano. / Jingchuan Yu
Agujero negro masivo LB-1 junto con su estrella compañera en primer plano. / Jingchuan Yu
Los astrofísicos llevaban más de 20 años buscando una señal como la que han detectado este año: un estallido de rayos gamma colosal captado por los telescopios MAGIC desde Canarias. La emisión de fotones alcanzó energías de teraelectronvoltios, un billón de veces más energéticos que la luz visible.
Representaciones artísticas del estallido de rayos gamma en altas energías detectado por MAGIC. / Superbossa.com y MPI for Physics/Gabriel Pérez Díaz (IAC)
Telescopios MAGIC en La Palma. / Max_Astrophotographie
Los astrofísicos llevaban más de 20 años buscando una señal como la que han detectado este año: un estallido de rayos gamma colosal captado por los telescopios MAGIC desde Canarias. La emisión de fotones alcanzó energías de teraelectronvoltios, un billón de veces más energéticos que la luz visible.
Bajo la brumosa atmósfera de Titán, el mayor satélite de Saturno, se esconde un paisaje dunar en la región ecuatorial, llanuras en las latitudes medias y lagos ricos en metano en los polos. Así lo muestra el primer mapa geomorfológico de la superficie de esta luna elaborado con los datos infrarrojos y radar de la sonda Cassini.
Ocurre solo unas 13 veces cada siglo y este lunes será una de ellas: el planeta Mercurio pasará como un diminuto punto negro por delante del gigantesco Sol. Este acontecimiento no se puede observar a simple vista, porque dañaría los ojos, pero sí con los telescopios y métodos indirectos de observación que ofrecen multitud de centros astronómicos, si el tiempo nublado no lo impide. También se retransmitirá por internet.
Los físicos utilizan dos tipos de medidas para calcular la velocidad de expansión del universo, pero sus resultados no coinciden, un asunto que puede obligar a retocar el modelo cosmológico. “Es como intentar enhebrar una aguja cósmica”, explica la investigadora Licia Verde de la Universidad de Barcelona, coautora de un artículo sobre las implicaciones de este problema.