El 15 de septiembre de 1973, los quince miembros del Consejo de Administración de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría votaron por mayoría retirar a la homosexualidad el estatus de enfermedad. Era la primera vez que una decisión científica de este calado se tomaba por presiones sociales y no porque existieran evidencias biomédicas, aunque existían.
En 1987 se firmó el Protocolo de Montreal para preservar la capa de ozono; el terrorista Unabomber puso una bomba en Salt Lake City y el mundo alcanzó los 5.000 millones de habitantes. Todo esto, documentado en los medios, coincidió con la creación del movimiento Act Up! formado principalmente por gais que, aunque mucho menos conocido, es uno de los artífices de que la infección por VIH sea hoy una condición crónica para quienes acceden a los tratamientos. En España, esa presión social la ejercieron hace veinte años organizaciones como Hispanosida.
Es difícil encontrar un investigador puntero en VIH que no se muestre ansioso por conseguir una vacuna eficaz. Sin embargo, a Julio Montaner la vacuna no le interesa especialmente; él confía en que la enfermedad puede atajarse hoy mismo. Es el creador de la triple terapia antirretroviral, que ha salvado la vida de millones de infectados por VIH en todo el mundo. El investigador argentino ha visitado Madrid para participar en la reunión 'Avanzando hacia el futuro en VIH'.